Publicado en la página 47 del viernes 23 de diciembre de 2022 en el rotativo El Nuevo Día y disponible en su versión digital https://www.elnuevodia.com/opinion/punto-de-vista/el-parque-de-las-cavernas-y-su-gente/
El Parque de las Cavernas y su gente
La situación del Parque de las Cavernas del Río Camuy continúa siendo
una de prioridad para los planes turísticos, ecológicos y científicos de Puerto
Rico. Coincidimos con lo expresado por el senador Ramón Ruiz en su reciente
visita al espacio, que el Parque lo que necesita es de voluntad de acción. Ya en el
año 2021, publicamos en este diario una serie de recomendaciones para una efectiva apertura del lugar, tomando en consideración que
habíamos trabajado allí en la primera clase de guías turísticos y luego en los
acuerdos firmados entre la Universidad de Puerto Rico en Aguadilla y el Parque,
como rector del recinto universitario.
Todo el sector laboral del Parque era parte esencial, porque se le brindó el conocimiento de la importancia del lugar. Cada trabajador y trabajadora sentía orgullo de aportar, escribe Nelson A. Vera Hernández. (Suministrada)
El senador Ruiz acierta cuando señala que hay que realizar mejoras físicas
al lugar. Aportamos con que hay que realizar todo un proceso y plan de
desarrollo que comience con las personas
que laborarán allí. El hecho de
que las personas hablen dos idiomas es solo un elemento del trabajo que sea
realiza. Pero tiene que haber otros requisitos de contratación, desde las
personas que dirijan las instalaciones, entiéndase los administradores, hasta
quienes trabajen en el mantenimiento del lugar. Esto no se consigue con solo
una entrevista de empleo.
Estas personas deben pasar por un adiestramiento mínimo de conocimiento
sobre cuevas y cavernas. La preparación académica en administración,
contabilidad, licencia de guía turístico, servicio al público y mantenimiento
de áreas verdes es lo mínimo para ejecutar la labor. No obstante, el conocimiento
específico sobre el lugar tiene que estar basado en la geología, historia del área geográfica, botánica, geografía, relaciones
personales y comportamiento, entre
otros.
Recordamos que cuando se abrió el Parque por primera vez, allá para el
1986, los Guías de Turismo tuvimos que pasar por un adiestramiento que duró
cerca de seis meses previos, ofrecidos por el licenciado José Martínez Oquendo,
espeleólogo y geógrafo. No se limitó a los guías; también se le instruyó al
personal que trabajaría en boletería, teatro, choferes de trolleys y vendedores en la tienda de
recordatorios, entre otros. Todo un proceso que proveyó del conocimiento básico
a quienes laborarían en el lugar.
Esto permitió que las labores que el Parque fueran reconocidas
como la atracción turística principal en
Puerto Rico para mediados de los años
80. Premios, menciones honorificas y reconocimiento internacional fueron solo
algunos de los honores. Todo ello gracias a que la belleza natural del lugar
contó también con el personal que tenía la voluntad de hacer del Parque un
sitio especial. Todo el
sector laboral del Parque era parte esencial, porque se le brindó el conocimiento
de la importancia del lugar. Sin
importar qué labor realizaba, cada trabajador y trabajadora sentía orgullo de
aportar al Parque, a los municipios, a la zona geográfica y al país.
Adicional al adiestramiento otra recomendación fue un proceso de
mercadeo que comience con las escuelas privadas y públicas del país, luego con
el turismo interno y que entonces llegue la proyección internacional. Nuevamente
sostenemos las recomendaciones que brindamos en el mes de febrero de 2021 y
felicitamos al senador Ramón Ruiz por sus atinadas expresiones.