Monday, August 2, 2010

Incertidumbre

Las preocupaciones que vive la comunidad interna de la Universidad de Puerto Rico con su futuro crea incertidumbre que hace pensar si es provocada o real. Terminamos el año académico 2009-2010 con muchas interrogantes y medidas tomadas por la Junta de Síndicos dirigidas a la eliminar derechos adquiridos como disminución de un 5% de los sueldos de todo el personal, disminuir el bono de navidad, congelar las plazas de retirados y otras. Por otro lado, la huelga estudiantil fue la expresión desde la misma base del sistema donde sólo hemos visto acusaciones inmediatas contra quienes nos quitaron la neblina a los demás componentes del sistema. De hecho, al momento no se observa un análisis concienzudo de los eventos y las medidas a tomar.

Durante las semanas previas al nuevo año académico 2010-2011, se observan medidas que en nada aportan a mantener una paz institucional. Una de estas medidas es la de mantener un control del comienzo de clases en todo el sistema. Mientras en el pasado cada recinto establecía su calendario académico, de inicio y fin de semestre, en esta ocasión se ha buscado que 10 de once recintos, su fecha sea similar: 23 de agosto del 2010. El único recinto que no comienza en esa fecha es el Recinto Universitario de Mayagüez y sí en el mes de septiembre de 2010, por el uso de sus facilidades para los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2010. De hecho, haciendo una exploración panorámica sin profundizar, se observa que la Facultad universitaria de los 10 recintos, estaremos entregando notas para el 22 de diciembre. Esta medida es altamente ocupante para todos y todas. Durante los meses de agosto hasta octubre es la época más intensa de fenómenos atmosféricos (como ondas, tormentas y huracanes). Con sólo dos días que se decrete receso académico por estas inclemencias en cada unidad, representa que no habrá un feliz receso navideño. No sólo afecta la Facultad, el estudiantado y el empleado no docente, también se verán afectados.

Otra medida es la relacionada a la Oferta Académica. Hacemos claro que desconocemos la justificación pero se está dando la eliminación de cursos o secciones en las diferentes facultades. La tarea va dirigida a aumentar la cantidad de estudiantes por sección y, por lo tanto, el resultado es de menos secciones. De inmediato llega la observación que la capacidad de personas en salones está limitada por razones de seguridad del Departamento de Bomberos. A modo de ejemplo, salones que su espacio se limita a 25 personas están siendo llenados a 31 estudiantes. Las razones que posee el cuerpo bomberil, es precisamente para evitar situaciones de emergencia que conlleven evacuaciones. Por otro lado, también existen razones de calidad universitaria en la cantidad de estudiantes por sección. Cada día son más los estudios que hacen referencia y recomiendan un promedio de estudiantes entre los 20 y 25. Resulta interesante mencionar que puede haber otras observaciones. No obstante, estas dos son mucho de peso y ambas nos ocupan alertar.

Siguiendo con la lista, están las instalaciones físicas de los recintos. Uno de los recintos con una pobre apariencia e instalaciones es el de Arecibo. Tuvimos la oportunidad de estar durante el mes de julio en sus facilidades. Desde el área de estacionamiento, el alambrado al descubierto (que esperamos no sea eléctrico) por las paredes y pisos, la limpieza en general, áreas que al parecer se quedaron sin terminar sus restauraciones o construcciones y salones sin pintar, entre otras, nos hace recordar la importancia de mantener estas facilidades óptimas para el inicio universitario. Demás está decir que visitamos otras unidades y las observaciones fueron similares.

En cuanto al equipo tecnológico de multimedios es otro cantar. Algunos recintos poseen vastos recursos en ello, mientras otros carecen. Hablamos programados y equipos. Salones que no poseen las pantallas interactivas, proyectores, acceso a internet inalámbrico entre otros. De hecho, leíamos a una compañera del Recinto de Bayamón en una columna periodística, que reclamaba se añadiera otro recinto en la UPR. Ella le llamaba el Recinto a Distancia. Tal vez el Recinto de Bayamón posee la infraestructura, equipo y el personal necesario para ofrecer estos cursos. No obstante, conocemos que otros no tienen esa dicha. Para poder crear otro recinto de ese tipo, los demás recintos tienen que aportar para ello.

Por último, pero no menos importante, es lo relacionado al plan médico. Esperamos que se estén realizando conversaciones con SSS para extender las cubiertas pagadas de miles de estudiantes que perdieron esas fechas por lo tardío de finalizar el pasado semestre. En el mes de julio se renovaban los contratos. No se observó alguna acción con relación a los dependientes adicionales (como hijos de empleados) que podrían quedarse sin cubiertas por un mes.

La crítica que hacemos va dirigida a mejorar las condiciones para el esfuerzo físico, emocional, intelectual, social y familiar que se desbordará en el sistema público de enseñanza a Educación Superior en Puerto Rico. El no atender estas observaciones podrá causarle problemas a la administración universitaria desde el inicio del curso. De hecho, iniciando estos párrafos, mencionamos si la incertidumbre es real o provocada. Pudiera ser que nuestras observaciones no sean precisas, pero es lo que observamos.

Lo que deseamos es que estas observaciones sean atendidas. No hay que esperar por un ente ajeno que nos diga lo mismo.