Wednesday, May 4, 2022

Recordando a Laguerre y la Semana de la Educación

Publicado en el rotativo El Nuevo Día el miércoles 4 de mayo de 2022 y disponible en su enlace original  https://www.elnuevodia.com/opinion/punto-de-vista/recordando-a-laguerre-y-la-semana-de-la-educacion/

 

En días pasados he estado en conversación con varios colegas universitarios o leído artículos de otros, de diferentes unidades de la UPR. Con sumo orgullo exponen que, a pesar de las erradas decisiones administrativas, la frustración, angustia, decepción, poca visión y percances constantes en el sistema universitario, ser guía y mentor del estudiantado universitario honra. Lo que es increíble para muchos y muchas es que pase por debajo del radar que esta es la Semana de la Educación y también del natalicio de Don Enrique Laguerre.

 


Laguerre puntualizó sobre lo educativo, que no es una industria de letras ni de títulos, sino una institución dedicada a convertir la juventud en hombres y mujeres que puedan ser de utilidad al país, escribe Nelson Arnaldo Vera Hernández. (GIULIANO DE PORTU)

 

Este compueblano, colega educador universitario y analista de lo social, definió lo que para él es un maestro. Ubico el verbo en presente porque su pensamiento e ideas están vigentes y pertinentes en el 2021. De hecho, el 3 de mayo hubiera cumplido 116 años, partiendo de cuando fue inscrito.

Laguerre es considerado un maestro ejemplar que consideraba al verdadero maestro aquel que es tolerante, se sonríe y saluda, y dice cuándo va a ofrecer un examen. Además, “es bondadoso y severo, es amigo de los estudiantes y al mismo tiempo les exige un cumplimiento de sus deberes; sus clases son inspiradoras; van mucho más allá de los textos, transmite a los estudiantes el ansia de mejoramiento, el amor a los nobles ideales, un sentido equilibrado de la vida…” (El Mundo, 11 de febrero de 1940).

 

Puntualizo que existe un magisterio y profesorado que contribuye muy poco a mejorar la situación de su estudiantado. Laguerre hace una crítica profunda cuando dice que hay magníficos maestros entre los catedráticos de la Universidad, pero hay demasiados catedráticos. Tal vez esa sea parte de la razón por la cual se ha ido olvidando celebrar la Semana de la Educación.

 

Lo triste es que sea el propio Departamento de Educación el que propicie olvidar ello en un país necesitado de educación y que posee un magisterio con vocación. La entrega del magisterio rompe las barreras de tiempo y espacio.

 

Las críticas llegarán sobre el magisterio o docencia que incumple con sus responsabilidades mínimas. Eso se sabe, pero es una excepción. Un pequeño grupo que estudió para ser maestro por razones varias como conseguir un trabajo o por el sueldo, entre otras, pero no por vocación. Esas personas están fuera de la definición laguerreana de maestro.

A quienes les llegue este mensaje les decimos que Laguerre puntualizó sobre lo educativo, que no es una industria de letras ni de títulos, sino una institución dedicada a convertir la juventud en hombres y mujeres que puedan ser de utilidad al país.