Saturday, April 16, 2022

De Hidalgo a Tiburón del 1982

Publicado en el rotativo digital La Isla Oeste el sábado 16 de abril de 2022 y disponible en su versión digital original https://laislaoeste.com/de-hidalgo-a-tiburon-del-1982/

 

Por haber iniciado la etapa de retiro de la Universidad de Puerto Rico, nos encontramos en el proceso de reflexión de lo experimentado en la vida como mencionamos previamente en otros escritos. Hoy reflexionamos sobre lo que fue el paso de estudiante de escuela superior a universitario. Mi ahijado está pasando por este momento hermoso. En nuestro caso particular de Hidalgo de Sánchez a Tiburón en el 1982.

Al salir de la escuela superior Efraín Sánchez Hidalgo de Moca, deseábamos entrar a una carrera universitaria. Tomamos el famoso college board en la escuela superior de Aguadilla. Con suma honestidad, fue partiendo que sería solo un escalón para iniciarnos como adultos. La realidad fue que, al llegar los resultados, nos encontramos que se abrieron muchas puertas incógnitas al momento pero que cambiarían nuestra vida por completo.

La prueba del College en ese momento (continuando así hoy día) se dividía en varias partes de unos 800 puntos cada una, de las cuales cada estudiante tomaba de acuerdo con el instrumento que les llegara a las manos. En nuestro caso, de las 5 partes nos tocaron dos de matemáticas, dos de inglés y una en español. Por suerte, las de matemáticas fueron de geometría y de álgebra. Ambos cursos los había aprobado muy bien en la High. Las de inglés vinieron anillo al dedo pues eran de análisis de lectura y vocabulario.

En la parte de matemáticas obtuvimos 790 puntos y en la de inglés unos 700. Interesante hay que mencionar que, en la universidad adicional a tomar en consideración el puntaje total, también les prestan mucha atención a los resultados por prueba individual. Era significativo porque un estudiante de escuela superior podría aprobar créditos universitarios sin haber entrado a la ella.

Ya habíamos solicitado a dos unidades del sistema de la UPR: Recinto de Mayagüez (Colegio) y al Colegio Regional de Aguadilla (CORA). Bendecidos fuimos que en ambos nos enviaron cartas de admisión. Luego de una conversación muy profunda con mis padres, la decisión fue CORA. Entonces comenzaba todo el proceso de trámite para iniciar estudios universitarios.  

Lo primero que recibimos fue la carta indicando que, por el resultado del College, nos habían aprobado 3 créditos de matemáticas y que no tomaría los cursos básicos de inglés y pasaría directo a los cursos intermedios. La motivación fue tal que ya nos sentíamos estudiantes universitarios.

Recordamos con nostalgia recibir la invitación a la Semana de Orientación de Estudiantes de Nuevo Ingreso o los “prepas”. El primer día de la orientación, nos encontramos con compañeros Hidalgos de Sánchez que nos hizo sentir como en casa. Adicional, la cantera de “prepas” de municipios circundantes a CORA. Era obvio que la interacción surgió de acuerdo con los intereses en estudios o actividades extracurriculares. Un amigo del departamento que estábamos registrados de Ciencias Sociales, al momento solo recordamos su apellido Vargas y que era de San Sebastián, tocaba la guitarra y comenzamos a cantar en el pequeño grupo. Varios días luego se integraron otros y otras. Así comenzó el corrillo que, aún hoy día, algunos nos mantenemos en contacto.

¿Cómo olvidar en esa semana el Talent Show? Ya se había regado de los prepas que cantaban. Ante ello surgió la idea de realizar una parodia de la agrupación juvenil máxima en ese momento: Menudo. Al ser una parodia surgió “Peludos”. ¡Suponemos por lo largo del cabello de los integrantes! Cantamos varias como “Súbete a Mi Moto”, “Quiero Rock” y para finalizar “No quiero decir adiós” que, de hecho, nos tocó interpretarla en solitario.   

Ese primer año fue de muchos retos personales y académicos. Tuvimos la bendición que aprobamos todos los créditos asignados muy bien. Así llegamos al 1983.         

En el 1983, como estudiante universitario del departamento de Ciencias Sociales, surgió el proceso para seleccionar los integrantes al Consejo General de Estudiantes. Compañeros y compañeras me propusieron para que formara parte, representando al Departamento. En ese momento estaba atravesando por esas experiencias románticas que impedían desempeñarme cabalmente como pedían los colegas. Así que rechazamos. No obstante, aceptamos representar al estudiantado en el Comité de Disciplina para velar por los derechos del estudiantado universitario. Esto nos permitió adquirir experiencias que luego fueron utilizadas al integrarnos al Consejo más tarde.

 

En fin, el liderato que nació como Hidalgo de Sánchez se desarrolló como Tiburón de CORA. Hoy solo quedan anécdotas de momentos muy significativos para un adolescente tardío de 17 años. Memorias trascendentales en lo que es hoy día nuestra vida. Pero solo eso, recuerdos porque la vida nos presentó otros retos sin haber terminado la universidad.