Wednesday, December 30, 2020

Carta de Amina Isabel


Mamá y papá:

Legué inesperadamente a sus vidas con apenas unas semanas de nacida. Fiona, mi mamá biológica, me tuvo a junto a mis hermanos. Nunca conocí al padre que me engendró. Mamá carecía de los recursos para darme una vida apropiada. Ya todos ellos murieron igual que mamá. De esa familia biológica solo soy quien queda.

JO me adoptó y me bautizó por algo que estaba estudiando de los aminoácidos. Muy poco sabía en esos momentos y todavía no se. Es algo dificultoso. JO se encargaba de bañarme, darme comida y engreírme a dormir en el cuarto. Así conocí al resto de la familia. Tal vez por ser pequeña y frágil todos me consentían con mucho cariño.

Recuerdo las veces que me llevaron al patio. Corría, brincaba y mis sentidos olfativos se desarrollaron con esa experiencia. Ustedes decían que parecía una motita saltando. Está demás decir que aprovechaba para hacer el número uno y a veces el dos. Con ello aprendí a ir al baño cada vez que salía de casa. Desarrollar las habilidades motoras me brindaron la fuerza necesaria para treparme por todos lados incluyendo el juego de sala y el de cuarto. Logré un salto tan alto que podía subir hasta tres pies.

Les agradezco que perdonaran mis travesuras de niña y adolescente. Esas veces que les rompí bolsas y hasta almohadas. Otras que no aguanté mi naturaleza en necesidades. ¡Hay papá y mamá cuantas veces tuvieron que limpiar!

La primera visita al médico fue igual de inesperada y a los seis meses de vida. Ya van 6 años de eso. JO, papá y mamá decidieron que era lo mejor para mí. Eso no lo sé. Fue doloroso y tortuoso la experiencia de esterilización. Papá me añoñaba más que antes. Mamá me llevó a dormir con ustedes. Al par de días estaba como de rutina. JO no estaba en casa y escuchaba que decía que estaba estudiando.

Entonces llegó el momento de marcar mi territorio. Me apoderé del espacio. Cuando se acercaba cualquier persona o amigo, les hice saber que me tenían que pedir permiso. Nadie podía, ni puede, acercarse a ustedes sin consultarme y pedir permiso.

Otra consecuencia fue que no tuve novios o parejas. El más cercano fue Bruno. Después de aquella cosa que ustedes llamaban Huracán María, Bruno quedó desamparado. Ustedes le brindaron comida, agua y hasta cariño. Me puse celosa, aunque me caía bien el chico.

Saben que soy un poco pretensiosa. Por eso me encanta cuando me dejan tomar el sol en la mañana y disfrutar con mis juguetes. Ya no corro como antes. Los años han pasado. Ahora, no pueden negar que soy lista y muy inteligente (tal vez mucho más que algunos de los familiares o amistades).

El desayuno es preciado cuando papá me da la porción de 2 meriendas. Mamá hoy te enteras: ¡te pido dos más! En el almuerzo no falta dejar mi plato vacío excepto con los vegetales. La cena siempre es única. A pesar de tener mi ración en mi plato, primero les pido a ustedes o a quien esté con ustedes. Así aseguro estar llenita.

Les puedo decir que me agrada cada vez que llega el de la guagua grande marrón que toca bocina antes de hablar y darle un paquete a papá. Esa persona me obsequia a veces de una galleta. Al él estar, disimulo que no la quiero gritando, luego me la como. La otra persona que también le trae paquetes a papá no me brinda nada. Por eso le grito cada vez que viene y con más fuerza. Está demás de hablarle de Osvaldo, Ché y Royi a quienes no les permito que hablen con ustedes y mucho menos con papá.

En los próximos días se repetirá la misma historia. Del cielo surgirán luces de todos los colores. Explosiones que me hacen temer al máximo. Temblaré, salivaré y hasta en ocasiones llegaré a la incontinencia urinaria. Ustedes como en el pasado me tendrán en sus brazos protegiéndome y sintiéndome segura. Desconozco quién provoca esos ruidos que perturban a todos mis amigos caninos. No deben hacerlo. Los de mi especie necesitamos paz auditiva. ¿Es que acaso no lo comprenden los humanos?

Gracias Papá y Mamá por adoptarme. Ustedes son lo mejor que me ha pasado a mi vida.   

Anima Isabel

Saturday, December 26, 2020

Año Viejo 2020 y Año Nuevo 2021

Escrito publicado en el rotativo El Nuevo Día del 25 de diciembre de 2020 y disponible en su enlace directo https://www.elnuevodia.com/opinion/punto-de-vista/ano-viejo-2020-y-ano-nuevo-2021/

La celebración de la despedida de un año presenta emociones encontradas. De haber sido un año de mucha alegría, logros y éxito en las diversas situaciones, usualmente un adiós de mucho gozo. Por el contrario, si la tristeza, enfermedades o duelos (dentro de las diferentes manifestaciones) fue lo que predominó, una serenidad prevalece.

Esta despedida del 2020, creemos será muy significativa y emocional para todo el pueblo. Comenzamos con los temblores del suroeste que lastimaron el disfrute de regalos de los Reyes Magos. Luego la cantidad de estudiantes que no pudieron regresar a clases por las condiciones en las que se encontraban los planteles. La indignación y desesperanza por el hallazgo de suministros en diversos almacenes sin distribuir.

El mes de marzo comenzó con el confinamiento por la situación del COVID 19 (que aún estamos en ella). Las amenazas de los diversos fenómenos atmosféricos mantuvieron al pueblo en vigilancia latente. Luego los procesos políticos de las primarias y secundarias. Unas elecciones generales que aún están en controversia. Para colmo el radiotelescopio, uno de los lugares turísticos y de investigación más importantes internacionalmente, cae y queda totalmente maltrecho. Verdaderamente, un 2020 que pasará a la historia como uno de los años terribles para Puerto Rico.

La esperanza va dirigida a un 2021 mejor en donde la vacunación del COVID sea la realidad para todo el planeta. En la Isla, queda en suspenso porque si las acciones sociales, gubernamentales y políticas van demostrando lo que puede venir, la luz al final del túnel es tenue. Bueno eso para quienes limitan sus observaciones a lo material.  

Algunos reportes de prensa indican que la próxima administración gubernamental comenzará con una buena caja de fondos económicos. Eso es de esperarse cuando el Estado no ha pagado un solo centavo de la deuda y la Junta de Control tampoco se lo ha exigido. Contrario a administraciones previas que sí se les exigía y por ello las medidas poco simpáticas.

Las ventas de automóviles han aumentado y se proyecta que para el próximo año se mantendrá en esos términos. No obstante, muchos siguen buscando que el estímulo económico federal para la necesidad se apruebe y llegue mayor que el anterior. Es paradójico. Esto nos demuestra que el 2021 se mantendrá similar en cuanto a ingresos y gastos de la población en general.

A nivel personal el 2020 ha sido benévolo. En la salud no ha habido casos de COVID 19. Tampoco algún caso de muerte familiar inmediato. Académicamente otro doctorado en la familia y aprobada la primera etapa del board. Profesionalmente nuevos espacios y estabilidad laboral para algunos. Pero lo más importante: la unidad familiar y la empatía social cada día aumenta.

Hoy sin perder la fe, la esperanza y la caridad estamos un poco pesimistas a nivel general. Sin embargo, nos unimos al grupo de pensadores y pensadoras boricuas que aspiran a que el 2021 sea mejor para la población particular. Ya han comenzado a llegar buenas nuevas por hacer lo correcto y olvidando los obstáculos de los pasados años.  

Thursday, December 24, 2020

Saturday, December 12, 2020

Coincidencias en elecciones 1980 y 2020

 Columna en el rotativo La Isla Oeste del sábado 12 de diciembre de 2020, disponible en el enlace digital siguiente: https://laislaoeste.com/coincidencias-de-elecciones-1980-y-2020/

 

Uno de los procesos electorales que mayor impacto causó en la segunda mitad del siglo XX en Puerto Rico fue el del 1980. Aún sin derecho al voto poseía una tradición política familiar y con limitada capacidad para llegar a opiniones generales. No obstante, la constante opinión pública permitía estar bien informado a los acontecimientos.


Carlos Romero Barceló era el gobernador desde el 1977 y buscaba revalidar en el 1980. Sus oponentes principales eran conocidos en el 1976: Rafael Hernández Colón y Rubén Berrios Martínez. Rafael mantuvo una campaña en la televisión puertorriqueña dirigida a presentar un gobierno de altura en los tiempos. Rubén puntualizó en la importancia de la independencia como vehículo a solucionar los problemas en Puerto Rico. Cuatro partidos políticos en disputa por un alcanzar el poder.  Así llegó el día de las elecciones generales.  


Todo parecía normal. Recuerdo que nos encontrábamos en la residencia de mi abuelo materno cuando llegó uno de mis tíos indicando que había problemas en la escuela y que él iba a defender los votos. Le dije si quería que lo acompañara. Rehusó y me dijo: esta defensa no es en el conteo. Los comentarios en la radio indicaban que habían ocurrido escaramuzas violentas en diferentes partes de la Isla. Era cerca del cierre de colegios.


A la Comisión Electoral (instrumento para administrar los procesos electorales) en el edificio Valencia comenzaron a llegar los resultados. Rafael Hernández Colón gozaba de una buena ventaja en votos. No obstante, un evento trastocó el proceso: se fue la luz en el área donde precisamente se contaban los votos. Una larga noche; muy larga. Al otro día se reinicia el conteo y, sorpresa, Carlos Romero Barceló, aparece al frente de la contienda. Al finalizar el evento Romero prevalece como gobernador, el Senado y la Cámara lo gana el Partido Popular. Tras bastidores se decía que dos líderes populares buscando la presidencia del cuerpo: el veterano legislador Severo Colberg y José Ronaldo Jarabo. Muchos litigios legales en los tribunales estatales y en el Primer Circuito de Boston fueron la orden del día en los meses venideros.


En el 2020, la campaña estuvo concentrada en el estatus político, el historial de corrupción, en quién es la mejor alternativa de administración de los fondos públicos y la administración del nuevo Código Electoral. Cinco partidos políticos certificados con sus aspirantes a gobernación junto a uno independiente. Una Ley Electoral aprobada en el mismo 2020 y con acusaciones de estar sesgada hacia el partido de gobierno. Un presidente de la Comisión Estatal de Elecciones nombrado a menos de dos meses del proceso. 


La primera elección en Puerto Rico bajo un estado de alarma de salud por la pandemia y la segunda utilizando las máquinas de conteo de votos. El día comenzaba con largas filas de electores y con la inseguridad de efectividad del proceso ante la experiencia de las primarias de agosto 2020.


Al momento de cerrar los colegios y llegar los primeros cómputos a través de la Isla, se daña la transmisión de resultados externa. Nadie en la Comisión sabía de inmediato qué fue lo que ocurrió y se limitó a decir que era un asunto técnico que se estaba trabajando con la rapidez necesaria. Varias horas más tarde se resolvió la situación no sin antes recordar “el fantasma de Valencia” y los cuestionamientos de los resultados.  


La candidatura a gobernación muy cerrada y con sorpresas de resultados. Contrario a procesos previos, en esta ocasión no se sabía de donde llegaban los resultados por haber el proceso de conteo electrónico. Situación similar ocurría con los resultados del Senado, Cámara y alcaldías. La Comisaría Residente estaba muy clara a favor de la incumbente desde el inicio.


Finalmente, los resultados preliminares llegaron: Gobernación PNP por un corto margen de votos, Comisaría reelección PNP, el Senado, Cámara y las alcaldías en mayoría popular. En la Cámara por pocos votos el PPD, pero con dos líderes buscando la presidencia del cuerpo. Al observar los hechos, son  muchas coincidencias con el 1980.


Debemos resaltar que en el 1980 hubo cambios en el organismo a administrar el proceso, acusaciones de fraude masivo, el asunto del estatus político como centro de atención, una lucha latente interna en el PNP, entre otros. Esos cuatro años fueron de lucha constante entre los cuerpos administradores del gobierno.  


Al recordar aquel proceso y compararlo con el del 2020, nos lleva a reflexionar si el pueblo puertorriqueño volverá a tropezar con cuatro años de administración gubernamental perdidos. Eso está por verse.

Thursday, December 3, 2020

Tres teorías del referendo del 2020

Escrito en el rotativo El Nuevo Día del jueves 3 de noviembre de 2020 disponible en su versión digital en el enlace siguiente https://www.elnuevodia.com/opinion/punto-de-vista/tres-teorias-del-referendo-del-2020/

 

El pasado 3 de noviembre se materializó un referendo con una pregunta básica: ¿Debe Puerto Rico ser admitido inmediatamente dentro de la Unión como un estado? Las contestaciones son básicas para este tipo de proceso: Sí o No. De hecho, esto es precisamente lo que define a un referendo y no un plebiscito. Si hubiera sido el segundo tendríamos diferentes alternativas de estatus político.

 

Según muchos el resultado era esperado porque la pregunta estaba sesgada. “Ser admitido inmediatamente” sin haber consultado con quien admite, consideran un evento predispuesto. Recordamos nuestra adolescencia cuando en un amor eterno con otra persona que innecesariamente le permite una relación más profunda y, por el contrario, persigue sus propios intereses.

 

El ejercicio se realizó. Ahora hay que esperar si la otra parte valida o no los resultados. Imagino los comentarios a estas palabras: el presidente electo y el Partido Demócrata están comprometidos con la estadidad. Interesante porque ambos organismos han dicho que dependerá de lo que diga el pueblo puertorriqueño. De hecho, han especificado que tiene que ser un proceso donde participen todas las partes y avalado por el Congreso. Más reciente que estaría sujeto a la eliminación del colegio electoral. Ahora, ¿qué dijo el pueblo?

 

Hemos escuchado una explicación opuesta a la oficial. Se menciona que solo un 52% participó, del total de personas inscritas para el proceso. En su contraparte, que el restante 48%, hizo caso omiso al llamado. Entonces, ¿cuál es el pensar de esas personas que guardaron silencio? Si esa parte hubiera votado, ¿hacia dónde se inclinaría? Hemos escuchado tres teorías.

 

La primera es que hubo un contundente llamado de inclusión como estado federado. Esta teoría parte de que el 52% de los electores hicieron un llamado contundente por la anexión. Indican que la democracia habló por una amplia mayoría del electorado puertorriqueño.

 

La segunda teoría penetra en los resultados del proceso electoral. Los datos indican que del porciento que participó, el 52% contestó “Sí” y el 48% un “No”. Pero hubo cerca de 38 mil puertorriqueños (cerca el 2%) que no emitió juicio porque dejó las papeletas “En Blanco” y otros que “dañaron la papeleta”. El análisis matemático es uno: empate. Si fuéramos a establecer cuál de las dos alternativas obtuvo un mandato contundente, otra vez llega el silencio. Indican que la falta de un llamado fuerte se limitó a una expresión.

 

Suponemos que los comentarios llegarán: en el 2012 y el 2017 el pueblo se expresó a favor de una alternativa. Bueno, en aquellos fueron plebiscitos, en esta ocasión es una consulta del pensar. Es más, de ser validos esos resultados, lo que hubo fue una disminución en el 2020 de respaldo a una alternativa “avalada”.

 

La última teoría esbozada es que, del total de electores inscritos para votar en las pasadas elecciones generales y referendo (unos 2,355,894) los resultados fueron los siguientes: “Sí” fue favorecido por un 26.4%, el “No” por un 24% y un 48% queda por decirnos por las diferentes variantes de expresión (en blanco, dañadas, no participó). Le mencionamos que el argumento es que solo de quienes participan es que se toman en cuentan los resultados y rápido nos recordaron el referendo de la Unicameralidad.

 

Estamos claro que una mayoría es del cincuenta más uno, pero, cuál es la mayoría en este caso. Cuando se analicen los datos dentro del frío del norte, otras teorías surgirán.