Friday, November 20, 2020

La búsqueda del bien colectivo marca el progreso de la sociedad

Publicado en el rotativo El Nuevo Día el jueves 19 de noviembre de 2020 disponible en su versión original en el enlace https://www.elnuevodia.com/opinion/punto-de-vista/la-busqueda-del-bien-colectivo-marca-el-progreso-de-la-sociedad/

 

Recientemente tuvimos una conversación muy profunda con un colega universitario. Todo provino al platicar sobre un informe que hubo que someter a la universidad sobre trabajos realizados. La mayor parte del pueblo desconoce que los docentes universitarios dedicados al salón de clases carecemos de vacaciones. Es en esos meses que el profesorado universitario tiene que redactar informes, asistir a talleres, escribir sobre las investigaciones o proyectos que realizamos, trabajar en comités, investigar, entre otros.

 

El asunto principal discutido fue el informe que presentamos. Nos felicitamos por las cosas que se habían realizado. Agradecidos le comentamos que fue la única persona de quien recibíamos algún tipo de retroalimentación. Entonces nos indica que en la Universidad “hemos perdido todo tipo de pertenencia… la individualización nos auto derrota y nos hace más vulnerables.” Sus palabras son las que inspiran estos párrafos porque llevan la razón, para muchos.

 

De hecho, un “meme” reciente presentaba un jovencito jugando con el juego de cartas UNO y lo escrito decía “este niño está a punto de entender cómo funciona la vida”. Mis alumnos, amistades y colegas han escuchado por años cuando decimos que en Puerto Rico domina el 111, porque empieza con uno, sigue con uno y termina con uno. A eso se refiere el individualismo.

 

Históricamente muchos pensamientos profundos han puntualizado del éxito que tienen las sociedades, instituciones, grupos y organizaciones gracias al trabajo colectivo. De hecho, en los orígenes de la sociología se establecía que la sociedad es un organismo vivo que se compone de diferentes partes y que cada parte tiene una función. Si una de las partes no cumple, el resultado poco exitoso.

 

Este comportamiento se desarrolla desde el proceso de socialización en la infancia. Cuando somos pequeños y salimos al encuentro social con pares de la misma edad, muchos familiares le indican que lo que está en la lonchera, bulto, materiales, libros y demás artefactos académicos es nuestro. O sea, comenzamos con uno. Son muy pocas las familias que propician el compartir por el bien del grupo. Elemento importante porque, si la otra parte recibe ese mismo valor, ambos disfrutarán de los beneficios. De hecho, de eso se trata el cooperativismo.

 

¿Qué me dicen de los trabajos de grupos universitarios? Bien difícil formar un grupo de trabajo cuando hay quien lo detesta. Sin embargo, cuando vemos las historias de éxito nos percatamos que se trató de un trabajo colectivo en la que cada cual hizo lo que tenía que hacer. 

 

Las instituciones y empresas que disfrutan de un crecimiento vertiginoso es cuando el bien colectivo está por encima de lo individual. Tristemente son muy pocas, porque algunas poseen líderes individualistas. Nos preguntamos si esto persiste en las instituciones políticas por las posiciones de liderato.   

 

Concluimos diciendo que la sociedad progresa si desde temprano en nuestras vidas aprendemos lo importante del bien colectivo. Somos de los que piensan que los destellos del grupo iluminan los individuales. En lo contrario se pierde el entusiasmo, motivación y futuro de la familia, escuela, universidad o empresa.

 

No obstante, existen acciones de otros que nos ponen a pensar.

Thursday, November 5, 2020

2020: un proceso electoral especial

Artículo publicado en el rotativo El Nuevo Día del jueves 5 de noviembre de 2020 disponible en el enlace https://www.elnuevodia.com/opinion/punto-de-vista/2020-un-proceso-electoral-especial/#comments

 

La historia política en Puerto Rico es interesante. El proceso de elecciones generales del martes 3 de noviembre de 2020 trajo algunas sorpresas y muchos recuerdos. Uno se refiere al segundo alcalde electo por nominación directa. Segundo, el amplio porcentaje del voto por el Partido Independentista. Tercero, al momento de redactar estos párrafos, un gobernador de un partido con un poder legislativo de otro partido. Cuarto, la representación de partidos emergentes en la legislatura. Analicemos cada asunto por separado.

 

En el año 1988 Santos Ortiz, mejor conocido como “El Negro”, pasó por una primaria muy profunda en el PPD en el municipio de Cabo Rojo contra su correligionario Georgie Fas Ramírez. Santos perdió la primaria, pero rápido inicio un movimiento hacia la nominación directa. Recuerdo el anuncio en los medios de entonces: “Pasa la pava, pasa la palma, pasa el PIP y vota por ti: El Negro”. La tarea principal fue un proceso de enseñar al pueblo sobre cómo escribir “El Negro” para quienes no sabían. Finalmente prevaleció.

 

Hoy en el 2020, Edgardo Cruz, quien fue rechazado por el PNP para participar en la primaria de su partido en Guánica y, luego de haber sido certificado por el Partido Proyecto Dignidad es sacado de la papeleta por incongruencias que aún no pueden explicar, obtiene la victoria. Cruz se querelló públicamente que la situación con el Proyecto Dignidad fue por él pertenecer a la comunidad LGBTTQ+. Luego de toda una campaña de caminatas y contacto directo con su pueblo, obtiene el puesto de alcalde.    

 

El segundo fenómeno es que el Partido Independentista obtiene su mejor por ciento electoral desde los años 50. Su candidato Juan Dalmau demostró que el carisma de pueblo, simpatía natural, honestidad con su historial y respeto por los contrincantes pudo más que la soberbia y elitismo que muchos consideran mantenía cierto liderato del PIP. De hecho, su campaña basada en que lo que el pueblo busca era un buen administrador gubernamental sin dejar a un lado la autodeterminación nacional, inspiró a miles de puertorriqueños fuera de su partido y a simpatizantes de la independencia que no se sienten pipiolos, a votar por él. Nótese que en el único momento que sale la figura del licenciado Rubén Berrios es a celebrar el “triunfo” y nombrar a Juan el futuro del partido.      

 

En cuanto al tercer elemento, los gobiernos compartidos han sido parte de la historia política en Puerto Rico. Aunque ya desde el año 1972 hubo esa vertiente, utilizaremos como ejemplo el 1980. Carlos Romero Barceló gana la candidatura a la gobernación ante un proceso muy dudoso según sus contrincantes. No obstante, el Senado de Puerto Rico pasa a manos del Partido Popular con Lcdo. Miguel Hernández Agosto como su presidente. Fueron los cuatro años de la investigación el caso Maravilla, del famoso careo entre Romero y Don Miguel en el programa televisivo de Luis Francisco Ojeda, el que se fuera la luz el día de las elecciones, el llamado a la “trinchera a la lucha”, entre tantos recuerdos.

 

El segundo ejemplo de un gobierno compartido llega en el 2004. Aníbal Acevedo Vilá domina la gobernación por menos del 1% de los votos. La legislatura y Comisaría Residente dominadas por el PNP. Años de muchas negociaciones y acusaciones que impidieron una administración gubernamental apropiada, a nuestro juicio.    

 

Ahora el 2021 traerá otro compartir político de poder que se aleja totalmente de la definición positiva del concepto. Al momento La Fortaleza está en espera de su nuevo inquilino. De ser azul habrá gobierno compartido. Recordemos que el Senado tiene la autoridad constitucional de aprobar o no los nominados a las secretarías del gabinete por parte del Gobernador. Parto del supuesto que traerá muchas negociaciones previo a consentir nominados y nominadas. La Cámara posee la responsabilidad de cuadrar los presupuestos y nos hace pensar que habrá acusaciones del Ejecutivo sobre los fondos y la forma de distribuirlos, entre muchas luchas.  

 

El cuarto fenómeno el surgir de victorias de partidos emergentes con éxito electorales tampoco es nuevo. El propio PPD nace en el 1936 y en el proceso eleccionario logra obtener victorias en diferentes puestos. También el PNP en el 1968 no sólo obtiene victorias en escaños legislativos, sino que ganó la gobernación. En fin, el espacio impide presentar muchos ejemplos.

 

Sin importar cómo analicemos el resultado de este proceso electoral del año 2020, surgen recuerdos que nos hacen reflexionar sobre estos próximos cuatro años del 2021 al 2024. Esperamos sean para el bien del pueblo. Ahora, de algo estamos claro el paradigma electoral en el futuro de Puerto Rico, ha cambiado. Los partidos políticos deben evaluar este proceso del 2020 para poder enfrentar el del 2024.

 

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1 Comentario

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Hace 36 minutos

4mayaguez

El PPD, el PIP y Victoria Ciudadana se encargarán desde la Legislatura de castrar a Pierluisi en Fortaleza y neutralizar a Jennifer en Washington.  Vamos a ver si es cierto que ella consigue dinero en Washington, o si se trata de dinero que Puerto Rico obtandría aun si no tuviese Comisionado Residente. Ella se declaró REPUBLICANA DE TRUMP y el senado del Partido Demócrata le cobrará su traición política. Al final del cuatrenio que comienza ahora tanto ella como el PNP saldrán derrotados totalmente. No habrán logrado NADA.

Sunday, November 1, 2020

Cuando la ideología es el fin, no el medio

Publicado en el periódico La Isla Oeste el 1 de noviembre de 2020 y disponible en su enlace digital https://laislaoeste.com/cuando-la-ideologia-es-el-fin-no-el-medio/

 

Siendo estudiante de bachillerato del Colegio de Mayagüez, en mi último año de estudio tomé varias clases con un profesor que me marcó por siempre. El Dr. Richard Straut brindaba cursos como el de derecho constitucional, teoría política y el de ideología política. Tal vez algún lector le recuerda. 

En plena etapa de joven adulto y con la tradición política puertorriqueña en nuestra espalda, muchos de los planteamientos le considerábamos incorrectos. Un ejemplo de ello fue en la clase de ideología política donde comenzó indicando, a su juicio, que las ideologías llegaban a unirse por más separadas que estuvieran. Dibujó un diagrama circular en la pizarra de tiza donde comenzó a escribir las diferentes ideologías siguiendo las manecillas del reloj. Una por una de las ideologías marcadas, comenzando con el liberalismo hasta el socialismo. En ese entonces eran las más cercanas porque utilizaban los mismos mecanismos. Aún hoy día, sin ser científico político, en muchas ocasiones observo elementos explicados por Straut. Con nostalgia recuerdo que mucho del estudiantado en el programa decían que estaba un poco fuera de la realidad.

En la última década del siglo XX conocí al distinguido Dr. Arturo Torrecilla, en el programa de sociología del Recinto de Río Piedras. Fue en el curso de debates teóricos de la sociología contemporánea. En el curso un día surgió el asunto de las ideologías. Ahí nos explicó que el problema con las ideologías es que en muchos casos se convierte en el fin y no el medio. Presentó varios ejemplos, que aún conservan pertinencia en las cosas que ocurren a diario. Confieso que, aunque sociólogo, es poco lo que trabajo con las ideologías y mucho menos de tipo políticas.

En los pasados días el debate político puertorriqueño se ha centrado en las posiciones ideológicas de condición política. Quienes profesan que Puerto Rico se convierta en el estado 51, indican que continuarán con los procesos electorales, aunque no reciban el aval de quien tiene el poder decisional. Su argumento va dirigido a que en algún momento se reconocerá ese estatus político.

Por otro lado, están los que entienden que existe una diferencia marcada entre soberanistas y estadolibristas. De hecho, el mecanismo para atraer votos se dirige a la cercanía de unión permanente y quienes están un poco más alejado. Interesante que estas posiciones provienen de un debate desde sus orígenes en la institución que la profesa.     

Por último, vamos a encontrar los que desean separarse completamente. Esta posición proviene desde el siglo XIX cuando surgieron los primeros fermentos de liberación motivados por los movimientos libertadores de las antiguas colonias españolas en el nuevo mundo. 

Nos ocupa que, en muchos casos, el debate entre estas tres posiciones va dirigido a una posición ideológica. De hecho, cuando se trata de problemas, sin importar el que sea (social, económico, religioso), dos de ellas se limitan a decir que con este o cual estatus se resuelve la situación como por arte de magia. Una insiste en que primero hay que trabajar estos problemas y luego sobre la condición política.

Ya veo los comentarios y críticas a estos párrafos. No obstante, lo aprendido me hace pensar que existen docentes adelantados a su época y que observan muy bien la sociedad puertorriqueña.