Publicado en el rotativo digital La Isla Oeste el domingo 10 de julio de 2022 disponible en su versión original en el enlace https://laislaoeste.com/un-liderazgo-desarrollado/
El estudiantado de los años 80 del Departamento de Ciencias Sociales de
la UPR Aguadilla teníamos que decidir si trasladarnos al Recinto de Río Piedras
o el Recinto de Mayagüez. En nuestro caso la decisión era clara con el Colegio
porque nos habían admitido varios años previos. Así que considerábamos cómodo
el proceso decisivo.
Ya para
ese momento habíamos contraído matrimonio y llegado dos mis tres reyes. Así que
la tarea era distinta. Los deseos de terminar el grado de bachillerato y la
responsabilidad paterna nos llevaron a un dilema que estaba claro al final:
paternidad.
Entonces
tomamos el curso que ofrecía la Compañía de Turismo de guía turístico el cual
recibíamos paga por un programa de la agencia de capacitación. Al terminar
obtuvimos la certificación de guía y comenzamos a trabajar en el Parque de las
Cavernas del Río Camuy.
La
atracción era parte del desarrollo de la Administración de Terrenos de Puerto
Rico. Esta corporación pública era la dueña de los terrenos donde ubica el
Parque y era la que estaba a cargo del desarrollo de las instalaciones
turísticas. Así que desde el 1986 al 1991 nos convertimos en un integrante del
primer grupo de guías del Parque.
En la faceta laboral como Guía
Turístico para el Parque de las Cavernas del Río Camuy, hubo procesos de seleccionar
personas que representara la voluntad de los trabajadores del Parque y de la Administración
Central. En ese momento trabajadores de la agencia estaban en el proceso de organizar
una unión obrera. Permanecimos alejados y abstenidos de ese interés en sus
inicios. No obstante, luego del primer proceso electoral sindical, nos
percatamos que estaban ocurriendo aspectos que considerábamos estaban fuera de
una buena administración de recursos humanos. Con ello, comenzamos a asistir a
las reuniones del comité timón a favor de la unión.
Sin percatarnos, la mayoría de
los compañeros del Parque y muchos de la Administración Central, nos vieron con
el liderato necesario de encaminar un segundo proceso electoral sindical. Por
ello, en el segundo proceso de aceptar o no la Unión Independiente de Empleados
de la Administración de Terrenos, colegas nos propusieron como el presidente
del Comité Timón y, tiempo más tarde, de la Unión. Puntualizamos que no todo fue
miel sobre hojuelas, ya que el prejuicio dominó sobre las personas con preparación
universitaria. Las críticas que realizamos a los procesos laborales en la
agencia iban dirigidas a mejorar las condiciones de todo el equipo de trabajo.
Así que fue algo que llegó sin buscarlo.
Aclaramos que este proceso surgió
a la vez que terminábamos el grado de bachillerato e iniciáramos los estudios
del grado de maestría. En resumen, casado, con dos hijos, estudiando y líder
obrero. Con apenas unos 24 años, la vida nos encaminó a comprender que la responsabilidad
social, laboral y familiar (sobre todo) eran parte esencial de ser adulto y
madurar en la práctica.
El liderazgo que surgió en la escuela
superior Efraín Sánchez Hidalgo de Moca y, desarrollado en la universidad, permitió
una visión distinta a los eventos en el mundo laboral.