Tuesday, December 3, 2019

La hora se acerca

En el año 1982 comencé estudios universitarios en el Colegio Regional de Aguadilla (CORA) sin tener la mayoría de edad. Este proceso inició con los cursos tradicionales en el programa de Grado Asociado en Ciencias Sociales. Luego de un tiempo, y con cambios en las relaciones sociales, conocí a quien me ha acompañado por los pasados 36 años. 

Ya en el 1985 se acabaron los cursos en CORA, inició mi travesía a el programa de bachillerato en ciencias políticas y conocí la paternidad. No obstante, hubo que considerar la paternidad  responsable o los sueños universitarios. Como siempre ocurre, la sangre pesó más que el agua por unos dos años. Sin embargo, logré terminar mi grado de bachiller con dos hijos. 

Los estudios graduados comenzaron en el 1989 y terminaron en el 1991 en la concentración de relaciones laborales. Ya para ese momento había regresado a CORA a ofrecer cursos de turismo, por tener el grado de maestría y la licencia de guía turístico. Un año más tarde, se reafirmó la paternidad por tercera vez.

Par de años pasaron y regresé al departamento académico del 1982. Esta vez en funciones docentes. Un pegamento que inició en el año académico 1995-1996 a tiempo completo que permanece hasta el día que escribo estos párrafos. 

Han pasado 37 años que te conocí CORA. También unos 22 que me presentaron al Colegio Universitario de Aguadilla (CUnA) y 18 años de conocer al Recinto de Aguadilla de la Universidad de Puerto Rico (UPRAg). Nos hemos visto crecer y madurar. No obstante, mis hojas blancas me delatan. A tí no. 

He conocido X's y Y's. Hoy comparto con centenials. Tod@s muy distint@s.

Hoy con muchos años compartiendo contigo, la hora se acerca. Los recuerdos son cada día más constantes. Dice el proverbio milenario que el momento ha llegado, cuando los recuerdos son frecuentes. 


Puedo hablar del pasado, no del futuro.

     

Thursday, November 21, 2019

Thursday, October 24, 2019

Cuentos y Relatos Folklóricos de Mi Pueblo





Presentación del Libro:

Cuentos y Relatos Folklóricos de Mi Pueblo


Prof. Leonardo López López





Primerizo en libros: Leonardo López López
Por Nelson Arnaldo Vera Hernández

La sabiduría y los logros de vida están presentes en los seres humanos. La teoría psicosocial de Erick Erickson, distingue que estos elementos, se presentan en la octava etapa del desarrollo humano. No obstante, a través de los trabajos de Augusto Comte, se comprobó que la experiencia social permite el surgir de ambas cualidades en todas las etapas. Pare ello la educación formal y el tiempo juegan un papel importante. El libro del amigo Leonardo López López, bajo el título Cuentos y Relatos Folklóricos de mi Pueblo, es un ejemplo de estos postulados sociales. Para ello los siguientes párrafos explicarán cómo una persona realizada, con estudios graduados, exponente en foros nacionales e internacionales, con mucha experiencia en la vida fue, a su vez, primerizo en la publicación de libros. 


Leonardo fue un profesor retirado de la academia profesional y formal, no así en el resto de su vida social. Compañero de trabajo por muchos años hasta su retiro en el 2013. Su valor inconmensurable lo representa su esposa, hijas y su nieta. Oriundo del municipio de Guayanilla, pasó por muchas experiencias que, sumado a sus estudios universitarios, le permitieron una verdadera visión holística sobre el transcurrir socio histórico de un pueblo. No obstante, le faltaba algo por hacer que estuvo presente constantemente: publicar un libro. Tomando como base estos lineamientos básicos, comienzo a describir el embarazo y parto de Leonardo.  
Mantuvimos contacto a través de los medios digitales por mucho tiempo. Incluso sus consejos constantes sobre la forma de administrar y llevar la cosa universitaria continúan siendo relevantes en lo que soy hoy día. En junio del 2018, recibí un mensaje de texto, de Leonardo. Me invitó a almorzar. Hacía tiempo que no coincidíamos. La fecha, lugar y hora fueron definidos.
Leonardo, con su distinguida puntualidad me esperaba. Los saludos tradicionales y las preguntas sobre la familia y el trabajo, fue el inicio de la plática. En breves minutos llegó el plato principal. Me solicitó orientación y consejos. Se podrán imaginar mi sorpresa, el maestro pidiéndole al estudiante. No esperó. De inmediato me indicó que deseaba publicar un libro. Según me dijo recurría a la persona con experiencia en esos lares.




De primera mano, le expliqué lo difícil que es esa tarea hoy día. Presentar manuscritos a casas editoriales puede costar mucho dinero y tiempo. De hecho, usualmente, si el manuscrito está fuera del calendario propuesto, lo rechazan. Todo por una sociedad puertorriqueña socializada a la falta de la lectura. En fin, un proceso muy tedioso en estos momentos. Su lenguaje no verbal indicaba que no esperaba mis comentarios.   
No obstante, luego le presenté la alternativa más común y directa: la publicación propia. Las ventajas y desventajas le fueron provistas. Me mencionó que su interés no era uno comercial y sí educativo. Eso cambiaba muchos las cosas. Con ello en mente le recomendé, que por lo menos tenía que sacarle el costo de los libros.
Entre esa explicación fue sacando unos escritos a mano de un cartapacio. Esto demostraba perseverancia y meta. Me dijo que su escrito sería cónsono con dejar una aportación a los estudios socio culturales puertorriqueños. Se trataba de unos cuentos que desde su infancia, adolescencia y adultez temprana se habían mantenido en la tradición oral de su pueblo Guayanilla y que, al momento, no se habían publicado en ningún lugar. En ese momento fue mi rostro el que cambió. Era materia prima sin procesar.
Entre bebidas sociales, me leyó el titulado “Monchín del Alma”. Previo a ello, me explicó quién era Monchín, los lugares en los cuales se hacía alguna referencia fugaz y el significado sociocultural de la figura. Le confesé que desconocía el personaje. Entonces me dijo que preguntara a mis progenitores y que estaba seguro, ellos sí conocían esa figura. De hecho, así lo hice y fue probada la hipótesis de Leonardo. Era una historia social y emblemática de todo Puerto Rico.
Luego me leyó “El Regreso de los Familiares Muertos”. Este escalofriante relato fue introducido luego de la presentación de datos históricos que sostienen el evento. No puedo negarles que este relato aporta a otros de la historia socio cultural puertorriqueña, pero dentro de su novedad. Le comenté a Leo sobre los que había escuchado, pero ninguno como ese. Me indicó que luego de una búsqueda minuciosa sobre este tipo de relatos no había encontrado ninguno similar.
Dicen que para muestra un botón es suficiente. Leonardo me brindó dos y dejó otros para un segundo almuerzo. Recuerdo que todos estaban escritos a mano. Así me hizo la pregunta que creo había planificado hacerme, ¿qué crees?
Le dije que fuera por editorial o propio, el libro había que publicarlo y presentarlo. Me comprometí a apoyar todas las iniciativas dirigidas a la publicación. Para ello preparamos un  plan de trabajo que comenzaría con la transcripción a máquina de todos los cuentos y relatos; seguido, ir buscando personas que le apoyaran en la parte de estilo y lenguaje; tercero, de incluir imágenes había que seleccionarlas con cuidado para no violar los derechos de autor; cuarto, establecer una fecha límite para tener un borrador final; quinto, buscar lectores para conocer su pensar sobre el escrito y críticas; y, por último, pero no menos importante, buscar los fondos para la publicación.
La fecha establecida fue octubre 2018. Primer borrador cuasi final debía estar para septiembre 2018.
Nos volvimos a reunir en agosto por diversas razones. Para ese momento el 80% de los relatos y cuentos estaban escritos a máquina. Inmediatamente me hizo llegar los escritos, comencé el proceso de estructurarle. Ese mismo día, le hice llegar el primero de los muchos borradores. Me llamó y dijo: es el sonograma de mi primer hijo. Les aclaro que la metáfora continúa. Leo hoy lo estamos llevando a la escuela. 



A finales de septiembre e inicios de octubre de 2018, decidimos ordenar unos ejemplares para verificarles. No les tengo que comentar que la espera fue como la de un esposo esperando el parto. Estuvimos todo el día rastreando el paquete. Por fin llegó. Me llamó inmediato y querría venir a mi casa a traerme una de las copias. Decidimos vernos al otro día para comenzar la segunda etapa del proceso: revisión. Tuvimos como tres semanas en las cuales se integraron la compañera de panel Dra. Carmen Cazurro, el Prof. José “Pepe” Maldonado, Carmen (esposa del profesor Maldonado), mi hijo Nelson Esteban, la Dra. Herminia Alemañy, otras personas allegadas y las protagonistas de Leonardo: Verónica, Natalia y Karina. Todos y todas con sus respectivas observaciones, las cuales fueron consideradas. Algunas insertadas y otras no. De hecho, a todos y todas estas personas les agradezco personalmente unirse a este proyecto.
        A finales de octubre de 2018 estaba listo. Ahora llegaba la etapa de promoción. Inició con una extraordinaria reseña en la sección “Letras que Invitan” del rotativo El Nuevo Día de la crítica de libros Dra. Carmen Dolores Hernández. Luego la calendarización de presentaciones del libro en UPR Aguadilla (la de hoy), Casa Norberto González en Plaza las Américas, Librería El Candil, en las emisoras de radio de Guayanilla y Aguadilla. No dudo que pronto, llegarán las invitaciones a nivel internacional.
        El libro consta de tres partes principales. La primera, sobre cuentos que escuchó Leonardo a través de su infancia y adolescencia. Se presentan en la segunda parte relatos inéditos de la Tierra de Agüeybaná. Les invito a prestarle atención a las brujas y a Don Pancho. La última parte es un análisis sociológico de relatos que toman como base eventos muy comunes en el Puerto Rico de los años 40 y 50 (y algunos perduran hoy día): la violencia doméstica, la pobreza absoluta, abuso infantil, entre otros. Resalto que todos y cada uno de ellos provienen de una realidad histórica social de municipios pobres de la Isla. Un análisis de contenido comprobará que los datos y eventos son de una sociedad en crisis a mediados del siglo XX. 
        Hoy le doy las gracias a Leonardo de permitirme participar de este proyecto y poder aportar en el parto de su primer y único libro: Cuentos y Relatos Folklóricos de Mi Pueblo. Hoy Erickson y Comte están orgullosos de que sus postulados teóricos han sido probados una vez más.
        Muchas gracias.

Nelson Arnaldo Vera Hernández, PhD
31 de octubre de 2019                  






Sunday, August 18, 2019

¿Quién fue Ricardo Rosselló?


Compartimos columna del escritor Eduardo Lalo del sábado 17 de agosto de 2019 en el rotativo El Nuevo Día en su versión digital, disponible en su versión original en el enlace https://www.elnuevodia.com/opinion/columnas/quienfuericardorossello-columna-2512247/

Apenas un par de semanas después de su renuncia, Ricardo Rosselló se ha disuelto como dos años y medio de polvos del Sahara en un aguacero. Su memoria ha corrido por los desagües y se ha consustanciado con el olvido. En la radio y en la calle, aun entre sus correligionarios, Ricardo Rosselló ha dejado de existir y se ha convertido en “Rossellito”.
Cabe preguntar qué acarrea esta transformación de un portento en un diminutivo. El primer gobernador electo que no llega al final de su mandato se deshizo en menos de 20 días.
¿Quién fue Ricardo Rosselló? El verbo en pasado alerta sobre otros finales.
El hijo del exgobernador Pedro Rosselló tuvo poco más que el peso mítico de su apellido. Los ocho años de la gobernación de su padre constituyeron la edad de oro del usufructo del poder por el bipartidismo totalitario. Durante ese periodo la búsqueda de la estadidad se limitó como siempre a la retórica y los gestos grandilocuentes, agresivos y simbólicos. Sobre su consecución no había control ni esperanzas. Por ello la labor se concentró en la creación de una estructura partidista y gubernamental que multiplicara el poderío político y económico.
En un país en que se precipitaba entonces la desaparición de las empresas 936, que habían posibilitado la estructura económica para que Puerto Rico fungiera como una vitrina de propaganda estadounidense durante la Guerra Fría, Pedro Rosselló estrenó la gobernanza por saqueo. No solamente fueron notables sus más de 40 funcionarios sentenciados por corrupción, sino que fue responsable de la realización de inmensos proyectos gubernamentales que se financiaron con la venta del patrimonio estatal y la obtención temeraria de créditos. De esta manera, San Juan dispone del tren más caro por kilómetro de la humanidad. Para él hubo que construir los pilotes dos veces y se aumentaron sus costos y años de construcción en varias ocasiones.
El dinero corría por los despachos de las empresas constructoras, bufetes de abogados y empresarios cercanos. Se multiplicaron los “Pedros Rossellós” por el país y muchos alcaldes reprodujeron en escalas menores el entramado de cuestionables proyectos faraónicos, clientismo, malversación de fondos y venta de influencias. El PNP celebraba a todo lujo sus convenciones en grandes hoteles y se ofrecían a empresarios y profesionales, a cambio de cuantiosas donaciones al partido, puestos en las mesas de los políticos y secretarios de agencias.
Los dos cuatrienios de Rosselló padre fueron un tiempo idílico para el tipo de político prepotente y fanfarrón que se piensa inmune por tener relaciones en las tres ramas de gobierno y las agencias federales. Políticos como Jorge Santini y Thomas Rivera Schatz se desarrollaron en este ambiente. Desde entonces “meterse a la política” equivalió a hacer fortuna haciendo la ley y diseñando la trampa y, desde los comités barriales hasta el directorio del partido, se pensó la gestión pública como piratería.
Ricardo Rosselló creció en esta euforia. Su inexperiencia no fue percibida como un defecto porque su apellido auguraba el retorno de los banquetes. Aun así, para la generación de políticos que acompañó en el poder a su padre, Ricardo Rosselló tenía mucho de advenedizo. Sabían que accedía al puesto más alto sin mérito ni esfuerzo, saltando etapas. El segundo Rosselló intentó como su padre convertirse en caudillo, pero no por los careos en que se doblan brazos, sino poniéndose en manos de publicistas. Pronto su falta de poder ante los viejos chacales del partido hizo que prefiriera refugiarse en un pequeño grupo de subalternos no electos y tan poco experimentados como él, salvo por unas pocas figuras del tiempo de su padre. Para los veteranos de mil batallas intestinas en el PNP, que habían obtenido sus puestos con tesón mercenario, ese cónclave de muchachos salidos de urbanizaciones con múltiples controles de acceso era un desaire. En tiempos de Junta y bancarrota, los manjares del banquete eran limitados y la gestión con visos de corrupción se estaba dando sin arte ni maña por unos novatos que se estaban dejando crecer las barbas.
La filtración del chat, el retrato íntimo de Rosselló y su círculo, probablemente fue el resultado de estas tensiones. El reparto del botín circulaba por muy pocas manos y los riesgos recaían desproporcionadamente en algunos. Estos deben haber sido los motivos de la traición. La añoranza por la edad de oro del primer Rosselló había resultado vacua.
¿Quién fue Ricardo Rosselló? Todos lo hemos visto, pero quisiera añadir una última elaboración. Ricardo Rosselló fue el resultado icónico y acaso inevitable de esta época de bipartidismo totalitario. Hijo de uno de sus protagonistas, probablemente concibió su llegada a la gobernación como un hecho natural e interpretó también como natural para qué ésta debía ocuparse. Sin carrera, sin apenas experiencia laboral, tuvo escoltas, chóferes, vehículos blindados, viajes a eventos deportivos internacionales. La gobernación era para disfrutar privilegios y, entre estos, estaba el mayor de todos: el de poder mentir, manipular, engañar, vejar, traicionar y salirse con la suya sin que pasara nada. Su visión del poder era juvenil e ingenua y, por eso, como se desprende de lo ocurrido luego del chat, nunca pensó que los puertorriqueños lo condenáramos en cuestión de días a la ignominia, el desprecio y la burla. Ricardo Rosselló, el portento del bipartidismo totalitario, acaso marca un final de época. El diminutivo con el que se le denomina ahora es dramáticamente elocuente y salpica a muchos otros políticos. No puede doblar brazos el que no puede sostener la mirada de sus víctimas.

Tuesday, April 16, 2019

Culmina Diálogo


Reproducimos columna de opinión dela periodista Odalys Rivera en el periódico Diálogo el 15 de abril de 2019 y puede acceder al enlace original siguiente https://dialogoupr.com/culmina-dialogo/

Editora. Posee una Maestría en Periodismo de la Escuela de Comunicación de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. Cuenta con 27 años de experiencia y se ha destacado por la cobertura de temas ambientales.


Sí, hoy culmina Diálogo…al menos el Diálogo que todos conocimos hasta ahora: un Diálogo inquisitivo, un Diálogo informativo, educativo y noticioso, un Diálogo donde se ejercía un periodismo de excelencia, un Diálogo que servía de plataforma al pensamiento crítico y a los saberes diversos, un Diálogo que forjó y catapultó a tantos profesionales y periodistas.

Mañana la sede del periódico oficial de la UPR quedará desierta. Las autoridades universitarias actuales así lo han dispuesto.

En junio de 2018 la administración universitaria eliminó gran parte del presupuesto operacional de Diálogo, lo que imposibilitó que se le renovaron los contratos al director y otros cinco periodistas. En ese entonces trascendió que la administración redujo, a unos $109,000 el presupuesto operacional de este medio, una diferencia de sobre 60% con respecto a los $282,248 que se asignaron durante el año fiscal anterior. El recorte, en síntesis, dejaría a Diálogo totalmente inoperante.

En ese entonces solo quedamos dos empleadas: La asistente administrativa y esta servidora. Tras varias semanas de incertidumbre se nos informó que seríamos reubicadas en otras áreas y que Diálogo ya no estaría más en sus instalaciones en el Jardín Botánico . El traslado de la compañera Nidia Liz Ramos se concretó en enero de este año. El viernes en la tarde llegó mi notificación.

A pesar, que desde julio del año pasado no teníamos personal, habíamos logrado mantener la plataforma con un fiel grupo de colaboradores, las informaciones generadas por las oficinas de prensa de algunos de los recintos, y el apoyo de varios profesores y estudiantes de nuestro sistema universitario. Especial mención merece el doctor Mario E. Roche de la Escuela de Comunicación de la UPR. Gracias por su continúo apoyo y colaboración, por compartir con nosotros su entusiasmo, su sabiduría, ideas y propuestas.

También merece especial destaque la profesora Eva Llorens, de la UPR en Carolina, quien se mantuvo colaborando intensamente, ad honorem, en la producción de contenidos junto a sus estudiantes durante este periodo.

Con el cese de operaciones del proyecto desde su sede en San Juan, el futuro de la publicación es incierto. Aunque la administración universitaria lleva meses diciendo que la UPR en Arecibo se ocupará de la plataforma, hasta el día de hoy nadie de la UPR Arecibo nos ha hecho acercamiento alguno para conocer cómo opera el proyecto.

A partir de mañana Diálogo cesará sus operaciones en sus instalaciones en el Jardín Botánico de Río Piedras. (Odalys Rivera)

Tras el revuelo que causó la salida de toda la plantilla del periódico el verano pasado la administración universitaria anunció que Diálogo funcionaría bajo un nuevo modelo operativo que administrarían los cuatro recintos que tienen programas de comunicación (Río Piedras, Arecibo, Humacao y Carolina). Hasta la fecha se desconoce dicho modelo y si en efecto existe.

Ahora se dice, por lo bajo, que quien se encargará de Diálogo será Arecibo solamente. Aún se desconoce cómo el recinto arecibeño, que se especializa en comunicación teleradial y no en periodismo, conducirá el proyecto. Tampoco, se sabe que garantías habrá para que continúe cumpliéndose con el requisito indispensable de todo medio periodístico que es la independencia editorial.

Se ignora, además, cómo es que el medio continuará siendo taller para estudiantes de Humacao, Carolina y Río Piedras desde Arecibo, como Diálogo hacía desde San Juan. La proximidad de dos de estos recintos a la actual sede de Diálogo facilitaban el desplazamiento de los estudiantes a nuestras instalaciones. También recibíamos alumnos de Arecibo y Humacao.

El alegato de que todo funcionará virtualmente no es del todo convincente para estudiantes en formación que necesitan conocer y ver de primera mano las rutinas de producción en un medio periodístico y cómo se planifican, coordinan y desarrollan las coberturas. En ello, la mentoría de profesionales veteranos en este oficio es indispensable.

Es incomprensible el desmantelamiento de un proyecto que por más de 30 años estuvo brindando un servicio educativo e informativo de alto nivel (como lo evidencian los múltiples reconocimientos de los tres gremios periodísticos principales por años), bajo el alegato del “ahorro” cuando tal ahorro no es evidente.

En verano de 2018 la Junta de Gobierno aprobó otorgarle a la UPR de Arecibo $200 mil para que pusiese en función el “nuevo modelo operativo” de Diálogo. Es un asunto de matemática simple, $200 mil más $109 mil (que fue el presupuesto con el que se operó hasta ahora desde San Juan)= $309 mil. ¿La pregunta es dónde está el ahorro? ¿Por qué pudieron identificarse fondos para operar el proyecto desde Arecibo pero no así para que continuara funcionando en San Juan?

Aunque la administración ha asegurado que esos $200 mil fueron transferidos a Arecibo se desconoce qué paso con dicha asignación que fue conferida para el presente año fiscal que culmina dentro de dos meses, ya que la plataforma se mantuvo operando desde San Juan.

Inquieta al alma y a la razón internalizar que los recortes a Diálogo se gestaron pocos días después que este medio publicara una serie investigativa denunciando alegadas irregularidades administrativas en la UPR Humacao. El seguimiento de esta noticia, también salpicó a Radio Universidad. Tras ello al director de noticias de la estación no le fue renovado su contrato. Desde entonces la emisora universitaria también ha experimentado una inestabilidad en su dirección.

La palabra universidad implica pluralidad, democracia, tolerancia, respeto, libertad de expresión y de pensamiento…Todo esto procuró ejemplificar Diálogo. Habría que ver qué mensaje brindan las autoridades universitarias al desmantelar una de sus instituciones que modelaba estos principios, qué tipo de universidad propulsa, qué tipo de Diálogo promoverá.

A nosotros los que laboramos en este proyecto y ayudamos a forjarlo nos queda la satisfacción del deber cumplido, de la misión lograda. Nos lo afirma cada vez que vemos las firmas o los rostros de nuestros dialogueños, (como nuestros mismos egresados se llaman) en los principales medios periodísticos del país, en el New York Times, en alguna de las producciones del fenecido Antonio Bordaine, y hasta en CNN.

También nos lo dicen los profesores y especialistas, que gracias a sus publicaciones aquí, alcanzaron un peldaño más en su desarrollo profesional, nos los dicen los investigadores que gracias a la publicación de sus hallazgos aquí lograron conectarse con otros estudiosos que enriquecieron sus trabajos. Nos lo dicen los estudiantes graduados que encontraron en alguna de nuestras piezas periodísticas una idea o inspiración para sus tesis de grado.

Igualmente nos lo comunican padres y madres agradecidos porque el esfuerzo de su hijo o su hija fue reconocido por primera vez en un medio, nos dice ese recinto pequeño, ese en el que el mainstream no se fija y logra contactar con sus comunidades aledañas gracias a la promoción de su proyecto en este medio, nos lo dicen todos esos estudiantes talentosos que gracias a la experiencia adquirida aquí lograron entrar a la reconocida Universidad Complutense o las prestigiosas CUNY, Boston University y Syracuse.

Al pasar revisión sobre más de tres décadas de servicio a la comunidad universitaria y al País, lo primero que salta al corazón es agradecer.

Agradezco a Dios, porque al permitirme llegar aquí me mostró que Él siempre puede abrir camino aunque no creamos que lo hay. Gracias, por estos 30 años de intenso aprendizaje. Gracias, por cada experiencia vivida, buenas y las malas porque me hicieron crecer. Gracias por cada rincón de esta bendita Isla que gracias a Diálogo conocí y pisé. Gracias Señor, por tu amparo, provisión, protección y cuidado.

Gracias a mi familia y mis amigas por su incondicional apoyo, por ser mi mayor inspiración, mi motor y mi fuerza.

A nombre de todos los que de una manera llegamos a formar parte de este proyecto, también agradezco profundamente al fenecido David Ortiz y al doctor Luis Fernando “Peri” Coss por haber tenido la visión de concebir y desarrollar un medio periodístico universitario capaz de realizar periodismo público de excelencia; al expresidente de la UPR Fernado Agrait, por haberlo acogido, a la Universidad por habernos gestado, a los profesores y colaboradores por habernos apoyado y haber identificado a este medio como el espacio idóneo para compartir y divulgar un poco de su sabiduría y conocimiento; y a los estudiantes por habernos seleccionado como su taller formativo y en el interín habernos permitido alcanzar junto a ellos tantos logros y alegrías.

Gracias Peri, por enseñarnos a defender la independencia editorial de Diálogo ante las autoridades universitarias y jurídicas. Gracias porque con tu gesta Diálogo conquistó algo que no muchos medios logran en tan poco tiempo: respeto.

Gracias Rosario del Pilar Meléndez, Marieli Rivera, Silvia Álvarez Curbelo, Aiola Virella, Marcos Pérez, Milvia Archilla, Víctor Rodríguez, Armindo Núñez, Ivette Maisonet, Eugenio García Cuevas, Dayani Centeno, María Mercedes Grau, Mary González, Manuela García, Ana María Fuster, Elizardo Martínez, Margarita González, Doris Belvis, Noemí Núñez y Nidia Liz Ramos, Ricardo Alcaraz, Claudia Flores, Verónica Prats, Hermes Ayala, Josean Ramos, Lillian Irizarry, Eduardo Andrade, Janice Mejías, Glorimar Velázquez y Emmanuel Estrada entre tantos otros compañeros y colegas.
Gracias a los oficiales de prensa de los recintos por su continuo apoyo, especialmente a todos los que durante estos 32 años se mantuvieron colaborando con nosotros desde Río Piedras, Ciencias Médicas y Mayagüez.

Agradecemos también a los programas de comunicación de Río Piedras, Arecibo, Humacao y Carolina que vieron en Diálogo el taller de práctica idóneo para sus estudiantes.

También agradecemos a nuestros columnistas, asesores y colaboradores. Sin ustedes nuestro medio no hubiera alcanzado el objetivo que encierra su nombre: ser un espacio de diálogo, de intercambio de ideas, de perspectivas críticas sobre los temas de alta relevancia para el país y la comunidad universitaria.

Destacamos especialmente a la facultad del Departamento de Geografía de la UPR, la Escuela de Comunicación de la UPR, los profesores Maritza Barreto y Félix Aponte y Javier Colón del Recinto de Río Piedras, Roberto Ramírez y Marcilyn Colón del Recinto de Ciencias Médicas, Waldemar Arroyo y Manuel Valdés Pizini, del Recinto Universitario de Mayagüez, Nelson Vera de la UPR en Aguadilla, Raúl Pérez de la UPR en Humacao, los economistas Juan Lara y Alfredo González; y Wilson Espada de Ciencia PR.

Gracias a las organizaciones universitarias por su apoyo, especialmente a la Hermandad de Empleados No Docentes y a sus delegados. Gracias también a la Asociación de Periodistas de Puerto Rico por su apoyo y reconocimientos.

Gracias a cada compañero y compañera de labores en la UPR que puso su granito de arena en este esfuerzo. Aunque es imposible mencionarlos a todos, quiero agradecer especialmente a los que nos ayudaron a distribuir Diálogo cuando era impreso, los empleados y empleadas de mantenimiento y servicios generales que tanto colaboraron con nosotros (especialmente Don Juan Rodríguez, Santos, Doña Tere, Carmen y Luz), los guardias de seguridad que velaron por nosotros, el personal administrativo (de aquí y de la Administración Central), los compañeros de la Oficina de Sistemas de Información, Manuel Sánchez de Island Computer, y todos aquellos que junto con ellos, cuidaron, defendieron y amaron este proyecto.

Gracias a todos por unirse a nosotros en este maravilloso Diálogo. Gracias por ayudarnos, a comunicar y a sentir que a través de él dimos honra a nuestra amada Universidad.

Tuesday, March 12, 2019

Ricardo Alegría: su voz como docente


Publicado en la Revista Cruce del viernes 1 de marzo de 2019, disponible en su version digital https://issuu.com/revistacruce/docs/28_febrero 

Homenaje póstumo al

Prof. Leonardo López López[1]

  

Una de las universidades puertorriqueñas de estudios doctorales en Puerto Rico es el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y del Caribe (Centro). Este lugar ha contado con grandes personalidades puertorriqueñas formando estudiantes. Una de estas figuras lo fue el Dr. Ricardo Alegría. Estas letras tratan sobre la aportación del doctor Alegría como docente del Centro durante el periodo del 1985 al 1986.  

   

El asunto que presentamos, lo consideramos de valiosa aportación porque, al momento, se carece de estudios más allá de los realizados por la Dra. Carmen Dolores Hernández (2002) y el Dr. Pedro Reina (2003). El primero de los trabajos de referencia lleva como título Ricardo Alegría una vida. La doctora Hernández se centró en Alegría como administrador y antropólogo. Menciona algunos aspectos generales de su paso por el Centro. El segundo, bajo el título La semilla que sembramos, presenta una serie de entrevistas transcritas que le realizó el autor al estudioso. El doctor Reina enfoca la atención en las aportaciones de Alegría, desde diferentes aspectos de la vida profesional, personal, académica y hasta política. No obstante, podemos abundar y ampliar en su faceta como docente del salón de clases, tanto en el caso de Hernández como en Reina.



Hernández comenta poco sobre el profesor Alegría en el salón de clases. Prácticamente limita sus observaciones al aspecto administrativo del doctor Alegría en el proceso de desarrollo, dirección y propuestas sobre el Centro. No obstante, indica que Alegría buscaba una “institución pequeña en donde la enseñanza fuera especializada y que los profesores tuvieran una relación cercana con los estudiantes” (p. 370). Este elemento es importante al momento de analizar el por qué el Dr. Alegría había autorizado la grabación de sus clases. Es una muestra del acercamiento estudiantado profesor en el salón. Pasa a ser una educación muy y cercana con el estudiante.



Además, según Hernández, aunque el doctor Alegría fungía como Director Ejecutivo del Centro, se mantenía ofreciendo cursos en el salón.[2] El curso principal que se menciona que siempre estuvo dictando era la primera parte del curso Cultura de Puerto Rico. En conversación con el profesor Leonardo López nos confirmó que ese fue uno de los cursos que tomó con el docente.



Situación similar se observa en el trabajo del doctor Pedro Reina, en cuanto al rol de Alegría como docente universitario. De hecho, el propio Alegría menciona su nombramiento y participación en el Museo de la Universidad de Puerto Rico, sin penetrar en aspectos como docente universitario del salón de clases. Aclaramos que en las preguntas de Reina no encontramos una alusión directa a la función como docente de Don Ricardo. Este aspecto en nada quita el mérito y lo extraordinario de las entrevistas que marcan con voz propia, el pensar de Alegría. Es observable cuando Reina especifica cuál era la motivación y objetivos que perseguía. Ante ello el trabajo que presentamos aporta al de Reina.  



Como hemos mencionado, este escrito toma de referencia al Dr. Ricardo Alegría. El trabajo realizado fue dirigido a un rescate de unas grabaciones en casetes. Deseábamos conocer exactamente qué se encontraba en las grabaciones y cuál era el objetivo del doctor Ricardo Alegría en cada una de estas clases registradas. Partimos del supuesto que estaban relacionadas con las clases de Historia y Cultura Puertorriqueña, preparación académica del profesor.



El Prof. Leonardo López López, colega del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad de Puerto Rico en Aguadilla había estudiado un bachillerato Sociología, realizó una maestría en Trabajo Social (era licenciado) y había iniciado estudios doctorales en el campo de la Historia. Previo a su retiro, nos hizo llegar una serie de casetes de sus cursos doctorales con el Dr. Alegría, quien había autorizado se grabaran sus sesiones de clases por entender que era material que debía ser de conocimiento general.[3]  



López López es un conocedor y rescatista de materiales históricos, como fue el caso de películas de los años 60 con material didáctico para sus estudiantes. Nos conversó que tenía esas casetes y representaba un objetivo sin culminar: rescatar el sonido de referencia por ser fuente directa del Dr. Ricardo Alegría. Este es uno de esos casos en la vida que merecía ser escuchado porque son pocos los rescates de sonidos sobre figuras ilustres puertorriqueñas fuera de lindes políticos y por ser relevantes al desarrollo histórico cultural de un país.



El Dr. Ricardo Alegría fue profesor, arqueólogo, antropólogo e historiador de Puerto Rico. Entre sus aportaciones principales a la cultura puertorriqueña fue crear el Centro. Con ello demostró su compromiso con la educación puertorriqueña. El profesor entendía que el Centro podría proyectar hacia el futuro su eterno compromiso con preservar, estudiar y afirmar la identidad puertorriqueña.



Parte del trabajo del Departamento de Ciencias Sociales y de la Universidad de Puerto Rico en Aguadilla como entidades de producción de saber, es necesario rescatar del olvido este material inédito. Con ello en mente, se procedió a perseguir los objetivos siguientes: identificar y solicitar propuestas que fortalezcan este tipo de metodología de preservación de material; coordinar estudios de investigación socio-humanística con otras entidades gubernamentales, privadas y del sistema de la Universidad de Puerto Rico sobre el trabajo de Ricardo Alegría; poner a disposición de la dirección de UPRAg, otras unidades del sistema UPR, otras instituciones de educación primaria, secundaria y superior, entidades gubernamentales o empresa privada del peritaje de la facultad en el rescate y desarrollo de materiales pedagógicos; divulgar en actividades académicas, culturales, humanísticas y de creación donde se haga hincapié en el trabajo y obra del Dr. Ricardo Alegría.



Los objetivos enumerados están a tono con propuestas de trabajos similares de rescate y protección de materiales inéditos de personalidades. De hecho, organizaciones internacionales han abierto propuestas para el desarrollo de este tipo de ejercicios. Ante ello, procedimos a presentar una propuesta a la Fundación Puertorriqueña de las Humanidades (FPH).



La propuesta a la Fundación buscaba conseguir fondos para convertir el sonido de una plataforma análoga (casetes) a una digital en discos compactos. Algunos de los objetivos que se perseguían con la propuesta eran, primero, el proteger el material en una tecnología avanzada al siglo XXI; segundo, rescatar del olvido la forma de pensar del Dr. Ricardo Alegría como profesor universitario; tercero, aumentar el conocimiento de la obra de Don Ricardo Alegría; cuarto; y, sexto, fomentar inserción en la protección de material inédito de personalidades ilustres puertorriqueñas, entre otros.



No obstante, luego de pasar por la presentación del proyecto, una entrevista con personal de la Fundación y el primer proceso de revisión, carecimos de éxito ante la cantidad de muy buenos proyectos a esta convocatoria, según indicado el Director Ejecutivo de la Fundación, el Dr. César Rey. A pesar de ello, el deseo del Departamento de Ciencias Sociales y nuestro, fue la motivación necesaria para continuar con el proyecto. Hacemos constar, que los sonidos están crudos y necesitan de una revisión técnica profesional que elimine ruidos y otros elementos, labor que hay que realizar en un estudio de grabación de sonido del cual UPR Aguadilla carece, pero rescatamos los sonidos a través de apoyo fuera de UPR Aguadilla.



Por ello, reconocemos la cooperación brindada por el Sr. Esteban Butler de la Oficina de Audiovisuales de la UPR Arecibo y del Sr. Andrés Cucho Pérez Camacho de WRTU Radio Universidad de Puerto Rico. Estos recursos humanos y técnicos brindaron el apoyo ante las limitaciones existentes en la oficina de Audiovisual de UPR Aguadilla. De hecho, el Sr. Edwin Tavárez, técnico de la oficina de audiovisuales del recinto aguadillano, nos indicó que poseían el equipo pero que él desconocía cómo se utiliza y que le presentaron dudas relacionadas al derecho de autor de las casetes (al momento de consultar). Le aclaramos que sabíamos utilizar el equipo y que teníamos autorización del autor de los casetes. No obstante, decidimos continuar con el proyecto.



En agosto de 2017, nos encargaron el curso SOCI 3265 Métodos de Investigación en las Ciencias Sociales. En este curso el estudiantado realiza un ejercicio práctico sobre cómo llevar a cabo una investigación social. Valeria Barreto y Celimar Pádua se dedicaron al proyecto en torno a don Ricardo Alegría. Ellas diseñarían una investigación bibliográfica bajo la mentoría del Dr. Carlos Mendoza Acevedo, catedrático asociado en Historia del Departamento de Humanidades de la UPR Aguadilla. Las jóvenes hicieron varios ejercicios a saber: 1) entrevistaron a un estudiante doctoral del Dr. Alegría, 2) buscaron datos biográficos del Dr. Alegría y, 3) escucharon una de las casetes para comprender el significado y conocer qué se discutió en la clase en ese día en particular.



Sin embargo, a inicios de febrero de 2018, nos comunicamos con UPR Arecibo y Radio Universidad (WRTU) para realizar el ejercicio de rescate. El material de sonido entregado, categorizado y rescatado son 38 casetes del docente Ricardo Alegría. Constatamos que existen sobre 80 casetes de otro personal docente doctoral del Centro (Prof. Carmelo Rodríguez, Dr. Marcelino Canino Salgado, Dr. Luis Manuel Díaz Soler, entre otros) para el periodo del 1980 al 1990. Estos otros casetes serán trabajados por el personal docente del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad de Puerto Rico en Aguadilla. Aclaramos que en este ejercicio el objetivo es directo sobre Ricardo Alegría, el profesor universitario y los demás están fuera en este momento, pero que esperamos poder trabajar con ellos en el futuro.



Los temas se discuten en la forma universitaria graduada manteniendo la objetividad de los mismos. Todos son sobre la cultura e historia de Puerto Rico. Incluye el periodo precolombino hasta la invasión estadounidense de 1898.



Destacamos que el Dr. Alegría estaba muy comprometido con acabar con la deserción escolar. Como nos mencionan Barreto y Padua (2017), Alegría desarrolló un estudio (1988)

con el propósito de determinar los factores críticos que propician la deserción escolar y la actitud hacia la escuela que poseen los desertores escolares puertorriqueños. Para realizarlo se seleccionó una muestra aleatoria de 1.000 sujetos del sistema público. Para recoger la información se utilizaron dos instrumentos o cuestionarios preparados por el investigador en las regiones de San Juan, Caguas y Ponce. Uno de ellos se le denominó actitud hacia la escuela (AHE) que medía los aspectos o áreas de leyes y reglamentos escolares y el otro se le denominó localización de causa o fracaso o deserción escolar. (Burgos, 1988)



La cita previa muestra parte de las aportaciones de Alegría. Por ello analizaremos uno de los casetes rescatados. Utilizaremos el de la clase del 5 de junio del año 1986. Mencionado está que se carece de recopilación de sonidos inéditos y directos del doctor Alegría como docente. De hecho, este trabajo representa el primero que trabaja con esa función de Alegría. Esto lo comprobamos al hacer una búsqueda de sonido en bibliotecas tradicionales, digitales y de medios.



Ese día discutió los intereses estadounidenses de la política expansionista, que buscaban convertir en estados federados lugares del Caribe y Centroamérica. Interesante resulta el planteamiento del profesor, quien a través de datos, eventos y hechos históricos, demuestra que ello representaba la expansión de la esclavitud. El profesor esbozó que estos planes se detuvieron al llegar la guerra civil estadounidense, renovándose luego de terminada.



Menciona la compra de Alaska por 7 millones 200 mil dólares ($7,200,000.00) y bromea sobre cuánto valdría hoy día con dos asuntos principales: los depósitos de petróleo, minerales y la posición militar estratégica. También menciona el interés de adquirir posiciones en el Caribe, como fue la oferta de la compra de la isla de Culebra a España en 1876. España lo rechazó. Luego le ofrecen a Dinamarca la compra de Islas Vírgenes, pero también es rechazada.



Al estar estos desaires, “aprovecha” la situación en República Dominicana donde el presidente Bienaventura Báez, considerado como “dictador” por Alegría, coincide con la política expansionista norteamericana. El objetivo que se buscaba era la anexión de Dominicana a Estados Unidos, como parte de la estrategia del presidente estadounidense Ulises Grant de “dejar su huella en la historia”. En ese momento el profesor Alegría menciona cómo la oposición dominicana utilizó varias imprentas del oeste borincano para preparar manifiestos que serían llevados a Dominicana. Entre las personalidades que destaca Alegría figura Lola Rodríguez de Tió. Asimismo, indica que en Nueva York y Washington la figura que más aporta a la oposición dominicana es Ramón Emeterio Betances.



Explicaciones similares y detalladas son subsiguientes en la clase sobre la expansión hacia Cuba, al Pacífico dirigido a Hawái y hacia Europa. Indica que Estados Unidos realizó estos ejercicios para ponerse en condiciones similares y demostrar que es igual a los países poderosos de ese momento: Alemania e Inglaterra. Para ello era necesario, tener lugares fuera de su territorio continental para abastecer los barcos del combustible principal para los barcos de vapor: el carbón. Este ejercicio se realizaba a través de la invasión y conquista de territorios. Para ello era necesario preparar una marina mercante y militar, que le permitiría alcanzar su meta de convertirse en un país poderoso.



Algunos datos interesantes de la clase del día son: primero, que para cada uno de estos eventos presenta datos precisos y explicativos de cada hecho histórico. Segundo, las constantes preguntas al estudiantado a través de un proceso socrático. Tercero, la comparación continua de la situación de ese momento histórico con lo que estaba ocurriendo en Puerto Rico. Cuarto, la aportación del estudiante doctoral López López al comentar sobre dos aspectos principales: 1) la concepción de Estados Unidos de sentirse la nación elegida, confirmado por el doctor Alegría, quien abunda al respecto; 2) una teoría sociológica que hablaba de las especies poderosas o el “Darwinismo Social”. Como conclusión del análisis de esta grabación, el doctor Alegría preparó al estudiantado, a través de un marco histórico, lo que va a ser el asunto de discusión más adelante: la invasión estadounidense a Puerto Rico en 1898.



Una de las aportaciones principales de toda biblioteca es ser centro custodio de materiales históricos de diferentes medios. Nos consta que la Biblioteca Enrique A. Laguerre de la UPR Aguadilla posee una colección única de fotografías, sonidos, vídeos, colecciones personales, colecciones particulares e investigaciones académicas. También que sus servicios van a una colección inmensa de circulación y referencia que aportan a la comunidad interna y externa al campus universitario.



Ante ello, consideramos que debe ser la Biblioteca Laguerre, la que custodie el material que ha sido convertido y rescatado de manera digital para las futuras generaciones de estudiantes e investigadoras.



Hoy hemos rescatado el sonido de una fuente primaria, original y directa de una de las figuras puertorriqueñas de mayor valor cultural. Don Ricardo Alegría será recordado por su aportación histórico cultural nacional e internacionalmente. Las 38 casetes con duración entre una y tres horas cada una, representa un legado para las futuras generaciones de puertorriqueños y puertorriqueñas.



Recomendamos el transcribir la totalidad de las grabaciones a través de un proyecto investigativo colaborativo y presentar propuestas de fondos para continuar con en estudio del trabajo de Dr. Ricardo Alegría como docente. Con ello aportaremos a preservar el legado de este estudioso y prócer puertorriqueño.





 Referencias

Alegría, Ricardo. (1981). El uso de la incrustación en la escultura de los indios antillanos.

San Juan: Centro de estudios avanzados de Puerto Rico y el Caribe.

________ (1984). Descubrimiento, conquista y colonización de Puerto Rico. San Juan: Colección

de Estudios Puertorriqueños.

________. (1986). Curso de Cultura Puertorriqueña. San Juan: Centro de Estudios Avanzados

de Puerto Rico y del Caribe, 5 de junio.

________. (2006). “El Cincuentenario del Instituto de Cultura Puertorriqueña”. Revista del

Instituto de Cultura Puertorriqueña.

Álvarez, J. R. (1974). Diccionario de Literatura Puertorriqueña. San Juan: Instituto de Cultura

Puertorriqueña.

Barreto, Valeria y Celimar Pádua. (2018). Estudio sobre las aportaciones del Dr. Ricardo E.

Alegría a la educación del país en la época del 1980. Propuesta de Investigación Subgraduada de la Universidad de Puerto Rico en Aguadilla.

Burgos López, V.M. (1988). Factores críticos que promueven la deserción escolar en la educación

Puertorriqueña.

Cancel, J. L. (2010). “Ricardo E. Alegría: Fundador de institutos y políticas culturales”. Revista

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Hernández, C. (2002). Ricardo Alegría una vida. San Juan: Editorial Plaza Mayor.

Primera Hora. (2011). “Su nombre es la cultura en vida”, Primera Hora, disponible en su versión

digital en el enlace


Reina Pérez, Pedro A. (2003) La semilla que sembramos: autobiografía del proyecto nacional.

San Juan: Editorial Cultural.

Vera Hernández, Nelson. (2017). Propuesta a la Fundación Puertorriqueña de las Humanidades

________. (2010) Entrevista a Leonardo López López en oficina docente en la UPR Aguadilla.



[1] El colega falleció el 28 de enero de 2019 y este trabajo representa un homenaje póstumo quien fue uno de los discípulos de Don Ricardo.
[2] Alegría se mantuvo como Director Ejecutivo del Centro desde 1982 hasta el 2001.

[3] Esta forma de pensar del Dr. Ricardo Alegría es confirmada en el trabajo biográfico realizado por la Dra. Carmen Dolores Hernández cuando el antropólogo constantemente mencionó que era material de discusión y conocimiento de todo un pueblo. En el trabajo de Reina, por su parte, aunque no hay una mención directa, Don Ricardo hace saber la importancia de conocer sobre la historia y cultura puertorriqueña por todo el pueblo.