Friday, August 20, 2021

La indignación política fugaz en Puerto Rico

Publicado en el rotativo El Nuevo Día el jueves 19 de agosto de 2021 disponible en su versión digital https://www.elnuevodia.com/opinion/punto-de-vista/la-indignacion-politica-fugaz-en-puerto-rico/

Indignación es un concepto que implica molestia, malestar, rebeldía y hasta coraje. Al llevar el apellido político se le añade la connotación hacia cómo se ejecuta el poder hacia el pueblo. Momentáneo significa que es por escaso periodo de tiempo. Aclaramos que no es una clase de definiciones. Por el contrario, al unir los tres conceptos el significado es mucho más visible y en especial en Puerto Rico.

Hace varios años, constantemente en los medios del país observamos la presencia de situaciones que indignan al pueblo. Se aprecia una indignación colectiva hacia diversos eventos informados. Las imágenes de vídeos y fotos muestran hechos que amplían la molestia. Al escuchar o leer los datos provistos y confirmados por los medios periodísticos, continua en ascenso el malestar. Pero observamos que en Puerto Rico este proceso es fugaz. Es como una flama que termina con una simple brisa y deja de existir.

 

Un ejemplo de ello son los casos relacionados a la criminalidad. Observamos cómo nos aturde situaciones de robos, escalamientos, asesinatos, crímenes de odio y secuestros, entre otros. En cada entrevista a los ciudadanos se percibe indignación colectiva y se escucha el mismo llamado de que hay que mejorar la presencia de los organismos a velar por la ley y el orden. De inmediato, se organizan operativos para reforzar la vigilancia y aumentar los recursos a un área en específico, lo que en cualquier otro país del mundo es obvio y parte cotidiana de la labor.

Las protestas de los ciudadanos son frecuentes, pero la solución de problemas complejos persiste. Los políticos parecen apostar a que cada conflicto que genera indignación colectiva se olvide a corto plazo. (juan.martinez@gfrmedia.com)

 

La cantidad de casos relacionados a las agencias gubernamentales es otro ejemplo. No importa la agencia gubernamental, la cantidad de quejas semanales son inconmensurables. Desde el trato directo al público, los espacios y tiempos de espera, las instalaciones físicas del lugar y las veces que tienen que repetir el proceso porque al final no se resuelve lo que es pertinente y para lo que está esa agencia.

 

Como último ejemplo vemos la situación con el regreso a clases. Es increíble que todos los años la falta de mantenimiento de las aulas escolares, contratación de personal (magisterio, trabajo social, orientadores, guardias de seguridad, recursos físicos) y materiales se ha convertido en costumbre. A veces pensamos que es como si la experiencia sirviera de poco. Los medios de prensa muestran constantemente ejemplos directos.

 

Aclaramos que esta situación se extiende a la empresa privada. Varios son los ejemplos. Se solicita un servicio y pasan los días y semanas sin que se atienda. Lo vemos con la compra de un automóvil. La venta del vehículo goza de inmediatez, velocidad y atención. Subjetivos invisibles al momento de atender las garantías. Sin embargo, la indignación llega, pero se va por arte de magia.

Representan elementos que, expresado por las mismas personas que solicitan el servicio, en otros países se resuelve con una sola llamada. El malestar se convierte en una fuga de combustible que se extiende por toda la Isla. Pero, ¿qué ocurre en menos de una semana? Como explotó la situación, de la misma forma se extingue. Viene alguien con habilidades del sofismo (o de cantinflada) habla con la persona y le indica que se estarán tomando las medidas para subsanar la situación. Sin embargo, ¿por qué esperar a que ocurran las situaciones para cosas que están a la vista común y se han ido señalando frecuentemente?

 

Entonces se indigna el pueblo porque no se hizo lo que se supone se haga. No hay que penetrar en estudiar los casos anualmente para percatarse que es lo cotidiano del pueblo, pero a manera general es invisible. Entonces, semanas posteriores, vuelve a ocurrir la misma situación en otro espacio, pero al final se acostumbra la gente a ello y se detienen las exigencias e indignación hacia la clase política boricua o empresa. En lo gubernamental, el próximo proceso electoral se vuelve a caer en las garras de las promesas. Es como una regla política no escrita: dale un par de semanas y se olvida. En lo privado, la magia de las palabras cambia las percepciones.

 

Nos parece que la memoria colectiva e histórica en Puerto Rico es pésima. En cualquier otro país o estado, el recuerdo prevalece y se buscan las medidas para cambiar lo que afuncional. Ocurre en menos de cuatro años o en cincuenta años. No dura para siempre, porque la indignación política en esos lugares es consecuente, no momentánea.

 

Comentarios

 

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  • Carlos

Hace 1 hora

Muy buen artículo periodístico.

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  • NOSENADA

Hace 9 horas

Lo de los indolentes indígenas en taparrabos puertorriqueños es mendigar y luego de que los americanos abran la cartera y lluevan dólares sobre Puerto Rico a los indolentes indígenas en taparrabos puertorriqueños nada más les importa.

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o   pagan maria

Hace 1 hora

Respuesta a NOSENADA

Nosenada por lo que escribes de seguro tienes un tapa rabo en tu cerebro....y al autor del artículo le recuerdo que las personas en Puerto Rico no nos olvidamos. Al contrario, aquí hay luchar por todo. Acumulamos indignación y sacamos la marina más poderosa del mundo, votamos gobernadores imberbes, paralizados piscinas ilegales etc. No nos olvidamos, Acumulamos indignación y actuamos para transformar lo que nos oprime...sino lo cree, mire como hemos hecho presión sobre la infame luma, nos han tenido que responder si o si. Seguimos luchando por lo que en justicia nos corresponde como pueblo, respeto!!!

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1

o  Hanky

Hace 7 horas

Respuesta a NOSENADA

Asumo que tu incluido. Si pones SI te doy un LIKE.

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Friday, August 6, 2021

La derecha igual a la izquierda

Publicado en el rotativo digital La Isla Oeste el pasado sábado 24 de julio de 2021 disponible en su versión digital https://laislaoeste.com/la-derecha-igual-a-la-izquierda/

 

El asesinato del presidente haitiano Jovenel Moïse y las protestas de una parte del pueblo de Cuba, ha creado un estado de conmoción dentro de las esferas internacionales y regionales. En el caso de Haití, la forma y los participantes del asesinato muestran que estaban adiestrados para el acto. En cuanto a Cuba, se confrontan nuevamente los extremos ideológicos. Por ello, focalizamos en el asunto de las ideologías políticas presentes en las hermanas naciones caribeñas y nos preguntamos, ¿cuán lejos o cerca estamos en Boriquén en las ideologías de derecha y las de izquierda? 

 

Estos eventos nos recuerdan el estudio de los cambios sociales que traen las nuevas generaciones de seres humanos. La forma de pensar y actuar de estos grupos, desarrollan cambios en la sociedad en la cual vivimos en pleno siglo XXI. Uno de estos es en el marco ideológico de derechas e izquierdas. Estos conceptos han estado latentes desde los años sesenta cuando, en el marco de las contiendas de las grandes potencias militares, gozaban de mucha visibilidad.

 

En nuestra niñez, observar los adultos hablar sobre las situaciones sociales de esa época era el diario vivir. En especial cuando se trataba de la lucha político-ideológica existente. Era la época de la Guerra Fría: conservadores de derecha y liberales de izquierda. En ese momento desconocíamos a qué se referían hasta que llegamos a los estudios superiores en la universidad donde se aclararon las dudas.  

 

De hecho, en la propia universidad se observaban estos grupos estudiantiles militantes buscando el respaldo del estudiantado. Lo triste era que, si asistíamos a una actividad académica porque era requisito de alguna clase para realizar un análisis de contenido de los discursos, quedábamos fichados “porque era visto como un respaldo a esa ideología”. Es a principios del siglo XXI dentro de la juventud acumulada y experiencia social, que podemos comprender mejor estas visiones.     

 

Lo explicado en las clases de ideologías políticas de la derecha y la izquierda que no reconocen el espacio del centro. Es haber llegado al extremo en sus posturas que unen esfuerzos para destruir cualquier posición intermedia. Para estos, son inexistente las tonalidades grises. Recordamos aquella expresión de “estás con nosotros o contra nosotros” y es el mejor ejemplo de lo que ocurre en Puerto Rico hoy. Se descarta el centro solo y únicamente por ser distinto y utilizar estrategias para armonizar.

 

También es observado en los discursos y el ánimo al momento de presentar las ideas. Cuando niño se observaba a la derecha mesurada en las expresiones e incluso en el debate. Usualmente era la izquierda la dinámica en expresiones frontales y debatiendo. Esto ha cambiado porque, si se desconociera el trasfondo ideológico de las personas, es poco distinguible cuál es una posición de izquierda y cuál de derecha. Se utiliza el mismo verbo, comportamiento y posturas agresivas que impiden diferenciarles. 


A veces pensamos que hasta utilizan las mismas estrategias y mecanismos de acción. Eso nos ocupa porque, si es este el ejemplo a las futuras generaciones, ¿qué nos esperará en unos 15 o 20 años más tarde? ¿Acaso hoy día hemos invisibilizado el desafío social hacia todas las instituciones?   


Ya esperamos los comentarios tales como: no existe un centro, es un blandengue, desconoce de luchas, está atrasado en el tiempo, entre otros. A veces pensamos que ocurre porque los extremos ven como amenaza la existencia de fuerzas que unan y armonicen en la sociedad.

 

Debemos aclarar que no solo en la política ocurre este ataque al pensamiento del centro. Se observa en todos los aspectos de los grupos sociales. No obstante, es más visible en un país donde la política se ha convertido en el modo de vida de la ciudadanía.

 

Estamos en un nuevo siglo con nuevas generaciones de seres humanos inconformes con los postulados de imposición. El aprendizaje no es el tradicional. La puerta de la internet y el conocimiento se puede adquirir fuera de los mecanismos de antaño. Esperamos que la razón sea la que evite asesinatos políticos por causa del pensar distinto.