Thursday, July 19, 2012

El acercamiento familiar

Publicado en El Vocero, 19 de julio de 2012, p. 23.

Recientemente el mensaje positivo en la televisión matutina, nos hizo reflexionar sobre la familia. Luego las noticias cambiaron para informar las tristes historias de ataques entre integrantes del propio núcleo. Ante ello, es nuestro compromiso social aportar sobre este tema de la familia.
  
Sociológicamente una familia se compone cuando hay la presencia de infantes sanguíneos o legales. Mientras no hay la presencia de prole, sólo es  una pareja. Desde el punto de vista religioso cristiano, la familia es una institución donde se educa como lo reza Proverbios 22:6: “educa al niño en su camino y, aun cuando fuere viejo, jamás se apartará de él”. Biológicamente la familia es el grupo de personas que comparten una genética similar por su ADN. Económicamente es el agregado de personas que tiene que compartir necesidades y busca satisfacerlas. Estas definiciones tienen el común denominador de unidad a través de la sangre, legal, responsabilidad, genes y necesidades. Todas dirigidas al bienestar integral de la célula de la sociedad según Aristóteles.      

Estos días de verano he tenido la oportunidad de recordar mi infancia en la décadas del sesenta y setenta. Por si acaso, no tengo problemas con decir que estoy cerca del medio paquete. Una experiencia inolvidable es el periodo navideño. Todos los integrantes de la familia respetaban el tiempo de compartir con los abuelos. Ante la ausencia física de mi abuelo paterno, abuela se encargaba de mantenernos unidos como tronco y mástil del barco. Se sacaba un par de horas para compartir con todos los miembros en los momentos importantes. Nadie faltaba. Había intercambio de regalos y los cuentos de abuela, que todavía hoy día recuerdo. El hogar de madera era íntegro. Incluso la familia política (yernos, nueras, novios de nietas y arrimaos) sabían de la importancia de mantener tiempo con nuestra familia.

Después de cuadrar en casa de abuela Juana, pasábamos a casa de mis abuelos maternos. Allá se había coordinado estar a una hora. Si tenías que ir a las otras casas o actividades, programabas estar en casa de los abuelos y luego las otras actividades. Nadie suspendía la actividad principal de estar con los abuelos. No importaban bodas, cumpleaños ni fiestas de muñeca creadas para que no se esté con quien importa. La verdadera familia se mantiene dentro de las actividades principales y las secundarias. En especial cuando es la única actividad programada para el periodo.

Recuerdo el 50 Aniversario de Mesio y Gina. En ese momento estaba casado. En casa de la familia de mi esposa había una boda de una prima. Las dos actividades simultáneas. Mesio deseaba que estuviera con ellos. Se lo había comentado a mi madre. Debo destacar que fui su primer nieto varón y él fue la figura paterna inmediata durante los primeros años de vida. Mi pareja y yo dialogamos. ¿Cuáles eran las prioridades? Lo primero es lo primero: estaría en el aniversario de quienes podría no volver a ver en mi vida (ocurrido varios años más tarde) y luego lo demás. ¿Cuántas veces se vuelve a celebrar un cincuenta aniversario de bodas?

El mensaje de Turey era sobre la importancia de mantener unida la familia. Un estudioso de la sociología no puede “obviar sus emociones cien por ciento”. Entonces llegó la señora melancolía.

Como sociólogo observo este grupo de personas en familias políticas que sufren la envidia de observar una verdadera familia. Les molesta. Les angustia. Les arde en el “corazón” que eso ocurra. Entonces debemos preguntarnos, ¿representan en realidad a una familia? La verdadera familia te apoya en momentos difíciles. Hacen lo que tengan que hacer por mantener una unidad familiar. Cuando hacen lo contrario hay que preguntarse cuáles son los verdaderos intereses de esas personas.

Son varios los ejemplos que puedo someter a la discusión. Desde las personas que “arreglan los matrimonios” como en India, hasta quienes “buscan apellidos” o “para no quedarme vistiendo santos”. Buenos actores que disimulan sus intereses. Como a un cítrico, le sacan el jugo para luego marcharse. Habría que preguntarse, ¿verdaderamente quieren a los integrantes de la familia a la que se han arrimado? Se observa claramente, cuando hacen lo imposible de alejarse de quienes le reciben con amor. En muchos casos sólo buscan lo material.   

Amigo lector, tu verdadera familia es la que te ha dado todo lo que tienes. No mezquinos, angustiados, egoístas, etnocentristas, faltos emocionales y egocentristas que te utilizan para su beneficio. Quien verdaderamente quiere, no se aprovecha. Pregunto, ¿acaso el embrujo bloquea que percibamos el engaño? Porque si es así, perdimos el tiempo. ¿Por qué no aplicar la mayor lección que brindó Hostos en su Moral Social? La primera ética es con uno mismo, con su dignidad, integridad y vergüenza. De hecho, si Maslow analizara ese comportamiento diría que comenzó tu descenso desde la realización. Despierta lector. Te convertiste en lo mismo que criticaste. Escucha a Turey sobre el acercamiento familiar.

Monday, July 9, 2012

VIII Congreso Internacional


VIII Congreso Internacional
Literatura, memoria e imaginación de
Latinoamérica y el  Caribe
(por los derroteros de la oralidad y la escritura)
14, 15 y 16 de agosto de 2012
Lima, Perú



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