Escrito publicado en el rotativo El Nuevo Día del 25 de diciembre de 2020 y disponible en su enlace directo https://www.elnuevodia.com/opinion/punto-de-vista/ano-viejo-2020-y-ano-nuevo-2021/
La celebración de la despedida de un año presenta
emociones encontradas. De haber sido un año de mucha alegría, logros y éxito en
las diversas situaciones, usualmente un adiós de mucho gozo. Por el contrario,
si la tristeza, enfermedades o duelos (dentro de las diferentes
manifestaciones) fue lo que predominó, una serenidad prevalece.
Esta despedida del 2020, creemos será muy significativa
y emocional para todo el pueblo. Comenzamos con los temblores del suroeste que
lastimaron el disfrute de regalos de los Reyes Magos. Luego la cantidad de estudiantes
que no pudieron regresar a clases por las condiciones en las que se encontraban
los planteles. La indignación y desesperanza por el hallazgo de suministros en diversos
almacenes sin distribuir.
El mes de marzo comenzó con el confinamiento por la
situación del COVID 19 (que aún estamos en ella). Las amenazas de los diversos
fenómenos atmosféricos mantuvieron al pueblo en vigilancia latente. Luego los
procesos políticos de las primarias y secundarias. Unas elecciones generales
que aún están en controversia. Para colmo el radiotelescopio, uno de los
lugares turísticos y de investigación más importantes internacionalmente, cae y
queda totalmente maltrecho. Verdaderamente, un 2020 que pasará a la historia
como uno de los años terribles para Puerto Rico.
La esperanza va dirigida a un 2021 mejor en donde la
vacunación del COVID sea la realidad para todo el planeta. En la Isla, queda en
suspenso porque si las acciones sociales, gubernamentales y políticas van
demostrando lo que puede venir, la luz al final del túnel es tenue. Bueno eso para
quienes limitan sus observaciones a lo material.
Algunos reportes de prensa indican que la próxima administración
gubernamental comenzará con una buena caja de fondos económicos. Eso es de
esperarse cuando el Estado no ha pagado un solo centavo de la deuda y la Junta
de Control tampoco se lo ha exigido. Contrario a administraciones previas que sí
se les exigía y por ello las medidas poco simpáticas.
Las ventas de automóviles han aumentado y se proyecta
que para el próximo año se mantendrá en esos términos. No obstante, muchos siguen
buscando que el estímulo económico federal para la necesidad se apruebe y
llegue mayor que el anterior. Es paradójico. Esto nos demuestra que el 2021 se
mantendrá similar en cuanto a ingresos y gastos de la población en general.
A nivel personal el 2020 ha sido benévolo. En la salud
no ha habido casos de COVID 19. Tampoco algún caso de muerte familiar inmediato.
Académicamente otro doctorado en la familia y aprobada la primera etapa del board.
Profesionalmente nuevos espacios y estabilidad laboral para algunos. Pero lo
más importante: la unidad familiar y la empatía social cada día aumenta.
Hoy sin perder la fe, la esperanza y la caridad estamos
un poco pesimistas a nivel general. Sin embargo, nos unimos al grupo de
pensadores y pensadoras boricuas que aspiran a que el 2021 sea mejor para la población
particular. Ya han comenzado a llegar buenas nuevas por hacer lo correcto y
olvidando los obstáculos de los pasados años.
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