Publicado en el rotativo digital La Isla Oeste el domingo 19 de marzo del 2023 y disponible en el enlace digital siguiente https://laislaoeste.com/la-tecnologia-nos-lleva-al-atraso/
La semana pasada una noticia en la sección de
Tecnología y una columna nos hizo recordar un pensar de nuestro abuelo materno.
Constantemente decía que “la tecnología nos lleva al atraso”. Con solo un
cuarto grado de escuela, mucha lectura de diarios y autodidacta reflexionaba
sobre la sociedad de finales del siglo vente. Se refería a la pérdida del
elemento humano en muchos de los aspectos de la vida.
Creemos que sus palabras se han convertido en un
presagio de lo que está ocurriendo en Puerto Rico y el resto del mundo hoy. Claros
estamos que habrá colegas y lectores que discrepen de estos párrafos. Eso es
parte del quehacer del pensamiento crítico y se respeta. No obstante, brindamos
ejemplos presentes cotidianamente.
El primer ejemplo son los sistemas operativos. Podemos
estar equivocados, pero desde que las diferentes empresas y agencias de gobierno
incorporaron los sistemas digitales para atender al público o realizar sus
tareas, es una constante que se cae el sistema. Cuando más le es necesario a
clientes o ciudadanos se les resuelva una situación, “no hay sistema” y hay que
esperar al día siguiente o quien sabe cuándo. En el pasado era inexistente este
tipo de sistemas y los documentos se llenaban a mano. Nos preguntamos, ¿se ha
perdido la habilidad humana de escribir?
¿Es que acaso no se puede seguir trabajando manual en lo que llega el
sistema?
Un segundo ejemplo son los vehículos de hoy día con
“tecnología inteligente”. La población va en busca de este tipo de coches con
el objetivo de estar “montao”. Sus capacidades de conducir (como mirar por los
espejos, estacionarse, evitar choques, entre otros) se han delegado al sistema
que trae la nave. Interesante mencionar la cantidad de vehículos que están
siendo retirados del mercado porque sus sistemas de navegación automatizadas
están fallando a diario. Las personas que adquirieron ese coche están a la
merced de las compañías porque los sistemas están fuera de reparación por
especialistas, aunque posean los equipos de diagnóstico digital. Entonces
llegan las preguntas, ¿es que las personas cada día pierden las habilidades de
conducción efectiva y reflejos humanos y requieren de este tipo de vehículos?
Como docente universitario, uno de los ejemplos más
perturbadores es en los centros educativos. Hoy día existen sistemas y
aplicaciones que pueden crear un análisis detallado de cualquier asunto que se
les pida. Interesante hay que mencionar que no se pueden considerar plagios
porque no fueron copiados de otros trabajos y el estudiante pasa como el
creador del escrito, aunque fue un sistema de artificial el que lo produjo.
Claro está, para eso existe un personal docente que conoce cómo redacta y se
expresa quien presenta al momento de evaluar. Ahora, ese estudiante, ¿está
verdaderamente preparado para ejecutar con profesionalismo, altura y la calidad
que se espera? ¿Ha aprendido algo más allá que estafarse a sí mismo? ¿Esté
siendo ético consigo? ¿Es un profesional?
El cuarto ejemplo lo representan los sistemas de
contestación automática. Mencionamos que en España se aprobó y está en vigor
una ley que regula estos equipos. Si no existe un ser humano en menos de quince
segundos que atienda la persona, hay violación del estatuto y conlleva multas.
Nos parece que la población en Puerto Rico ha experimentado llamar a un lugar y
sale una contestadora que te brinda un saludo, seguido de la lista de oficinas
o servicios. Esto puede durar mucho más de un minuto. Luego de esperar ese
tiempo (como poco) el sistema te dice que “no podemos procesar esta llamada en
este momento y el tiempo de espera es de equis minutos”. Lo que se supone es un
mecanismo para acortar distancias, como decía un anuncio de los años setenta, se
complica porque no hay comunicación efectiva para atender las necesidades.
Son muchos los argumentos que podemos presentar en
otros ejemplos como los correctores de palabras en los móviles y la fuerza
trabajadora robótica, pero el espacio impide desarrollarlos. Aclaramos que apoyamos
la tecnología digital solo como una herramienta al servicio del ser humano. El
problema es que pase a sustituir nuestra humanidad. Por ello preferimos ir a un
comercio que tenga personal para atender al público.
Tal vez nuestro abuelo materno expresaría cómo se ha
perdido el conocimiento, las destrezas y hasta la forma de pensar de los seres
humanos, si hasta para sumar utilizan las calculadoras en los móviles. Por
ello, agradecemos que en la prensa contamos con profesionales en redacción,
edición, estilo y corrección que evitan surjan errores en lo que escribimos y
publican nuestras ideas y comentarios creados por un humano.