Emociones, frustraciones y, sobre todo, mucha enseñanza son las
sensaciones más comunes entre los jóvenes que asumen el reto de hospedarse. Unos 3,151 estudiantes comenzarán el nuevo año académico en la Universidad
de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras. (Archivo/Diálogo)
Escrito de Srta. Génesis Dávila Santiago en el periódico Diálogo del 7
de agosto de 2017 disponible en su versión original en el enlace siguiente:
Con el fin del verano, se acerca el período en que miles de jóvenes en
Puerto Rico entrarán a la universidad. Para muchos de ellos, comenzar la
vida universitaria es el paso inicial de la etapa adulta y, por tanto, puede
convertirse en uno de los procesos más intimidantes.
Asimismo, se trata de un lugar de gran diversidad, en el
que la adaptación juega un papel importante para la retención de estudiantes en
preparación para una profesión.
Según la psicóloga clínica de la Universidad de Puerto
Rico, Recinto de Río Piedras (UPRRP) María I. Jiménez las problemáticas más
comunes que enfrentan los estudiantes de nuevo ingreso giran en torno a la
presión académica, debido a que los hábitos de estudio de la escuela superior
no siempre funcionan en la universidad.
Del mismo modo, la también directora del Departamento de
Consejería para el Desarrollo Estudiantil (DCODE) de la UPRRP expresó que para
los estudiantes que viven lejos, el conflicto se centra en la adaptación a no
estar junto a sus familiares.
“Es bastante común recibir estudiantes que tienen
dificultades en el hospedaje, sobre todo porque es la primera vez que viven
fuera de su hogar, la primera vez que viven con personas que puede que conozcan
o puede que no conozcan o que conocen un poco y después conocen un poco mejor.
Así que el asunto de la convivencia no es tan fácil…” detalló Jiménez.
Por tanto, si bien la universidad es un proceso de
grandes retos académicos, hospedarse se suma a las complicaciones de los
jóvenes que viven lejos. Sin embargo, aunque el proceso al inicio pueda ser
difícil, la recompensa vendrá llena de madurez e independencia si se tienen las
prioridades claras.
En Puerto Rico existen universidades que brindan
servicios de alojamiento para sus estudiantes. Según datos del Centro Nacional
para Estadísticas Educativas (NCES, por sus siglas en inglés), la capacidad
para hospedarse que brinda la UPRRP dentro y fuera del campus era de 770
estudiantes para el 2015-2016. De acuerdo con datos presentados por personal de
las universidades, la Universidad del Sagrado Corazón posee un cupo para 607
personas, mientras que la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico aloja
160 estudiantes.
Según el
sociólogo y profesor de la UPR en Aguadilla Nelson Vera Hernández existen
cuatro factores principales que pueden afectar de forma positiva o negativa a
un alumno en su período de hospedaje. El primero de ellos es el proceso de
adaptación, seguido por el aspecto económico, luego el tipo de hospedaje y por
último las normas del hospedaje.
Proceso de adaptación
Vera Hernández
detalló la adaptación como un proceso por el cual cada persona tiene que pasar
no solo al momento de hospedarse. Indicó que todos los seres humanos vienen de
microculturas específicas de cada familia y que al convivir con personas que
tienen otras culturas, comienzan los conflictos.
Este fue el caso de Carla Reyes Morales, una joven de 18
años proveniente de Patillas quien tuvo que mudarse a vivir sola debido a
conflictos con su compañera de cuarto.
“Al principio, cuando me hospedaba con otra persona yo
pensaba que iba a ser más convivencia, que se supone que sea así. Pero me di
cuenta rápido que la persona con la que yo convivía, en realidad no quería
convivir conmigo…Me veía la mayoría del tiempo yo haciendo las cosas que se
supone que era entre las dos y para mí no era justo…”, expresó a Diálogo
la estudiante de Humanidades en la UPRRP.
No obstante, el proceso de adaptación también se sitúa en
el cambio de escuela superior hacia el ambiente universitario. Para Iván
Fontánez Vázquez, un joven de 23 años que ahora cursará su sexto año en la UPR
en Mayagüez su primer semestre en la universidad no fue fácil.
“Mis primeros días de hospedaje de verdad fueron bien,
bien fuertes. Yo te diría que, ese primer semestre, me tomó todo el semestre
irme acostumbrando a lo que era hospedarme porque nunca me había hospedado…y
fue bien fuerte”. Así se expresó el joven estudiante de Ciencias Físicas quien
relató que en su pueblo, Aguas Buenas, estuvo muy activo como líder
comunitario, pero al llegar al hospedaje tuvo que dejarlo todo y comenzar de
nuevo.
Contrario a la experiencia de Fontánez Vázquez, el
también estudiante de la UPR en Mayagüez Julius Claudio expresó que el proceso
ha sido muy positivo y que incluso le ha gustado mucho. A pesar de cursar su
primer año en Ingeniería Agrícola, aseguró haberse acostumbrado rápido.
“Los primeros días en el hospedaje no fueron fáciles
porque me tocaba cocinar, hacer compras y, también, hacer gestiones por mi
cuenta…pero después de esa semana todo corrió normal en mi vida y me
acostumbré”, comentó el joven de 18 años de edad y proveniente de Humacao.
Sobre este asunto, la doctora en psicología destacó que
se los estudiantes deben enfrentar este proceso como uno normal, pero a su vez
deben ser flexibles y comprender que no siempre será fácil y que se enfrentarán
a barreras.
Determinante el
factor económico
Como segundo
factor importante el Vera Hernández destacó el presupuesto económico y explicó
que el estudiante debe aprender a manejar su dinero desde antes de entrar a la
universidad para así hacerlo de manera eficiente. A su vez, expresó que se debe
tener en cuenta “la alimentación, instrumentos de estudio, los gajes del
estudio y alguna situación de emergencia que pueda ocurrir”.
Para los jóvenes que no tienen ningún tipo de experiencia
manejando su dinero de forma independiente, esta parte en la vida universitaria
puede ser muy difícil. Julián Avilés, estudiante de Humanidades en ls
UPRRP, describió el proceso de manejar su dinero como un aprendizaje.
“Fue aprender, ver lo que era necesario, a guardar los
chavos y a no gastarlos. Tener en mente que tenía que comer para no gastar los
chavos en ‘jangueos’… Fui poquito a poquito cometiendo errores y aprendiendo de
ellos”, comentó el joven de 18 años de edad.
Influye el tipo
de hospedaje
El profesor de
la UPR en Aguadilla detalló que otra variable importante para la adaptación
universitaria es el tipo de hospedaje debido a que no es lo mismo vivir con dos
personas que vivir en un lugar con seis y hasta doce personas. La experiencia
de hospedaje de la mayoría de los jóvenes depende de sus compañeros de cuarto y
de la impresión que ellos les den.
Para la estudiante de primer año en Estudios Hispánicos
de la UPRRP María Isabel Rivera la experiencia no fue tan fuerte a pesar de describirse
como una persona “bien hogareña”. Aunque recordó que al inicio se sentía muy
asustada, aseguró que ya conocía a sus tres compañeras de cuarto desde antes de
hospedarse lo cual fue de mucha ayuda.
“Nos llevamos muy bien, nos acompañamos una a la otra en
lo que necesitamos y es bonito tener un lugar en el que te sientes a gusto para
poder llegar después de un día cargado en la universidad y saber que van a
estar allí ellas y que vamos a poder compartir bien. Se da una dinámica
bonita”, describió la joven natural de Arecibo.
En el caso de Darliin Rivera, también estudiante de
UPRRP, pero que reside dentro del campus universitario, la experiencia con sus
compañeras ha sido mixta.
“Puedo decir que antes de que llegaran mis roommates
de ahora, la experiencia no fue tan buena. Pero con las de ahora, ha mejorado
la experiencia”, expresó la alumna de segundo año en Trabajo Social.
Importante las
normas del hospedaje
El último
factor principal descrito por Vera Hernández está muy ligado al asunto del tipo
de hospedaje. El sociólogo indicó que no todos los hospedajes tienen las mismas
reglas y que esas normas “juegan un papel muy importante”.
La joven de 18 años de edad y estudiante en UPRRP
Marivanis Berríos se aloja en un hospedaje privado, pero que a su vez posee las
normas de las residencias que tendría un hospedaje auspiciado por la
universidad.
“Hay veces que me siento cohibida. No puedo subir gente,
mi familia no puede subir… tengo que tener los aires siempre prendidos, y llega
un momento en que quiero aire (exterior), es chiquito y pues hay muchas reglas
que hay que acostumbrarse a vivir con ellas”, destacó la estudiante de
Información y Periodismo.
Asimismo, Julián Avilés describió que entre de los
factores principales para mudarse del hospedaje en el que se alojaba se
encontraban las reglas de su residencia. Describió que debido a la huelga de la
UPRRP, tuvo que sacar todas sus cosas del hospedaje y que no tenía a donde ir.
Por tanto, decidió conseguir un nuevo hospedaje en el que pudiera quedarse las veces
que quisiera.
Hospedaje
universitario: dos perspectivas
Un dato
adicional que mencionó el sociólogo Vera Hernández fue que hospedarse puede
tener consecuencias muy positivas o negativas. Entre las consecuencias
positivas destacó la independencia y madurez que adquieren los jóvenes durante
su proceso. Por otro lado, las consecuencias negativas surgen si el estudiante
convierte su vida social en una prioridad, en lugar de sus estudios.
A pesar de que para la mayoría de los jóvenes el proceso
de hospedaje pueda ser difícil al principio, la mayoría coincide en que es una
experiencia increíble.
“No cambiaría nada, porque cada una de las experiencias
que uno vive, en el hospedaje y en el transcurso de su vida universitaria, son
buenas en el sentido de que ayudan a uno a crecer, personalmente,
académicamente y socialmente”, comentó Iván Fontánez.
Por último, la psicóloga clínica Jiménez recomendó a los
estudiantes de nuevo ingreso que llegaran a UPRRP que se unieran a los
servicios y talleres que brinda la universidad y describió que en todas las
unidades y los recintos de la UPR existen profesionales de ayuda para los
estudiantes.
“El programa de estudiantes orientadores que está
diseñado precisamente para ayudar a los estudiantes cuando entran a la
universidad a sentirse conectados con otros estudiantes, a conocer otros
estudiantes de nuevo ingreso, a conocer los servicios de la universidad y dónde
buscar qué. Además de eso, aquí nosotros ofrecemos servicios individuales y
grupales de consejería y psicoterapia a estudiantes matriculados, que pueden
venir por cualquier razón.”, describió la directora de DCODE.