Publicado en el rotativo El Nuevo Día el jueves 19 de noviembre de 2020 disponible en su versión original en el enlace https://www.elnuevodia.com/opinion/punto-de-vista/la-busqueda-del-bien-colectivo-marca-el-progreso-de-la-sociedad/
Recientemente tuvimos una conversación muy profunda
con un colega universitario. Todo provino al platicar sobre un informe que hubo
que someter a la universidad sobre trabajos realizados. La mayor parte del
pueblo desconoce que los docentes universitarios dedicados al salón de clases
carecemos de vacaciones. Es en esos meses que el profesorado universitario
tiene que redactar informes, asistir a talleres, escribir sobre las
investigaciones o proyectos que realizamos, trabajar en comités, investigar,
entre otros.
El asunto principal discutido fue el informe que
presentamos. Nos felicitamos por las cosas que se habían realizado. Agradecidos
le comentamos que fue la única persona de quien recibíamos algún tipo de
retroalimentación. Entonces nos indica que en la Universidad “hemos perdido
todo tipo de pertenencia… la individualización nos auto derrota y nos hace más
vulnerables.” Sus palabras son las que inspiran estos párrafos porque llevan la
razón, para muchos.
De hecho, un “meme” reciente presentaba un jovencito
jugando con el juego de cartas UNO y lo escrito decía “este niño está a punto
de entender cómo funciona la vida”. Mis alumnos, amistades y colegas han
escuchado por años cuando decimos que en Puerto Rico domina el 111, porque
empieza con uno, sigue con uno y termina con uno. A eso se refiere el
individualismo.
Históricamente muchos pensamientos profundos han
puntualizado del éxito que tienen las sociedades, instituciones, grupos y
organizaciones gracias al trabajo colectivo. De hecho, en los orígenes de la
sociología se establecía que la sociedad es un organismo vivo que se compone de
diferentes partes y que cada parte tiene una función. Si una de las partes no
cumple, el resultado poco exitoso.
Este comportamiento se desarrolla desde el proceso de
socialización en la infancia. Cuando somos pequeños y salimos al encuentro
social con pares de la misma edad, muchos familiares le indican que lo que está
en la lonchera, bulto, materiales, libros y demás artefactos académicos es
nuestro. O sea, comenzamos con uno. Son muy pocas las familias que propician el
compartir por el bien del grupo. Elemento importante porque, si la otra parte
recibe ese mismo valor, ambos disfrutarán de los beneficios. De hecho, de eso
se trata el cooperativismo.
¿Qué me dicen de los trabajos de grupos
universitarios? Bien difícil formar un grupo de trabajo cuando hay quien lo
detesta. Sin embargo, cuando vemos las historias de éxito nos percatamos que se
trató de un trabajo colectivo en la que cada cual hizo lo que tenía que
hacer.
Las instituciones y empresas que disfrutan de un
crecimiento vertiginoso es cuando el bien colectivo está por encima de lo
individual. Tristemente son muy pocas, porque algunas poseen líderes
individualistas. Nos preguntamos si esto persiste en las instituciones
políticas por las posiciones de liderato.
Concluimos diciendo que la sociedad progresa si desde
temprano en nuestras vidas aprendemos lo importante del bien colectivo. Somos
de los que piensan que los destellos del grupo iluminan los individuales. En lo
contrario se pierde el entusiasmo, motivación y futuro de la familia, escuela,
universidad o empresa.
No obstante, existen acciones de otros que nos ponen a
pensar.