Dr. Nelson Arnaldo Vera Hernández[1]
Quienes nos
dedicamos a educar en el ambiente universitario estamos propensos a olvidar las
raíces y el espacio que brindaron datos y de dónde le obtuvimos para elaborar
nuestras tesis y disertaciones. Ha sido constante y frecuente la cantidad de
escritos en los cuales se manifiestan las teorías desarrolladas y hasta
construimos sobre estas. No obstante, la razón de ser que brindó ese
conocimiento se rezaga, al punto que, deja de existir. Las murallas que
construimos impiden retomar la base de
nuestro conocimiento teórico: lo cotidiano. Es contradictorio que aquello que
hemos criticado nos absorbe.
Varios pensadores han estado
brindando señales advirtiéndonos cómo se ha transformado esta visión social en
una que observa desde las grandes torres de marfil. Uno de estos pensadores que
mantuvo su humildad en el conocer fue Paulo Freire.
El educador brasilero que nació en
los momentos que el capitalismo avanzado se apoderó del pensar social y lo
educativo. Tal fue este apoderamiento, que Freire tuvo que partir de su tierra
natal por motivo de un golpe de poder que afianzaba las fuerzas dictatoriales e
impedía la liberación justa y participativa de todo el componente social a
través de su voz. No obstante, sin claudicar en llevar el mensaje de la
importancia de educar sin fronteras o barreras. Así Freire desde los países
hispanos parlantes continuó su lucha por establecer la importancia de la
educación como instrumento de evitar la opresión impuesta por los estilos de
control.
Algunos de los escritos de Freire
que han impactado internacionalmente son: La
pedagogía del Oprimido y La pedagogía
de la Autonomía, entre otros. De manera general en la primera obra el
teórico plantea la necesidad que tiene un sector social por aprender para poder
transformar su medio ambiente y social. Este pensar lo continuó, añadiendo otros aspectos en su segunda obra.
En esta indica que es el proceso educativo el que permite una transformación
social que libera las personas de los controles ideológicos, políticos y
económicos entre otros. Por lo tanto, romper las barreras que impiden el
aprendizaje de las masas provee de mecanismos de lucha y acción comunitaria que
mejoran las condiciones de vida de este sector poblacional, que
sociológicamente hablando, representa la base de la pirámide económica social
del ser humano en el planeta. Nos referimos al abismo entre la riqueza y la
pobreza económica.
Es a través de estas obras que vamos
a conocer cuáles son los postulados teóricos que consideramos más reveladores y
necesarios para comprender la situación puertorriqueña a inicios del siglo XXI
y aportar a nuestra sociedad a través de una propuesta que presentaremos más
adelante. De hecho, uno de los objetivos que tenemos y perseguimos en este momento
es proveer una reflexión sobre la obra freiriana educativa y cómo extrapolarla
a la Universidad. Para ello debemos presentar algunos datos para contextualizar
al pensador y sus ideas que contribuyen a conocerle y cómo traerlas a nuestra
posición en la mañana de hoy.
Nació en el 1921. En 1959 se doctoró con una concentración en
Filosofía e Historia de la Educación con su disertación bajo el título Educación y actualidad brasileña. Su estudio
estableció las bases del método que utiliza para el
proceso que parte de la realidad que nos rodea a los seres humanos. Cuatro años más tarde puso en práctica la
experiencia educativa de grupo a través de una campaña de alfabetización de
trabajadores no diestros. No obstante,
estos frutos fueron vistos como acciones de agitación política por grupos
contra el Estado y la Iglesia cristiana.
Tras
el golpe militar ocurrido en Brasil en 1964, Freire tuvo que abandonar su país
de nacimiento y refugiarse en Chile desde donde continuó y fue apoyado por ese
gobierno en el programa de educación de adultos del Instituto Chileno para la
Reforma Agraria (ICIRA). Es en Chile que escribe su libro Pedagogía del
oprimido, que más tarde significa perder el respaldo del Estado allá.
Después de dieciséis años de exilio viajando a Estados Unidos, Suiza
entre otros, regresó a su labor académica, investigativa y de impacto
social. Ha recibido decenas de doctorados
honoris causa por diversas
universidades en el planeta.
Freire conoció desde niño la realidad del nordeste
brasileño. En esta área geográfica, y tiempo particular, las clases
rurales estaban marcadas en relaciones de trabajo oprimidas, aisladas de los procesos
sociales, políticos y económicos. Esta marginación provocaba ninguna participación
en la toma de decisiones. Ante ello, Freire y su proceso de romper con las barreras
colocadas por la sociedad, el estado y las clases sociales poderosas provocó
con su métodos que las experiencias cotidianas de los sectores marginados
fueran la base del proceso educativo que transformó estas comunidades. Entendía
que la única posibilidad de cambio social era la de relacionarse con la
sociedad inmediata y real que vivían los sectores del pueblo marginados.
Con estos elementos básicos que contextualizan a
nuestro pensador, provee de una idea para comprender algunos de los
planteamientos iniciales de Freire para llevarlos a la Universidad.
El primero de planteamientos es que
hay que romper con la educación bancaria que impide la creatividad y reflexión
del educando. En la universidad existen docentes que buscan que el estudiantado
sólo aprenda los conceptos que ellos le transmiten. Es producir un conocimiento
dentro de un esquema que impide el pensamiento crítico reflexivo. Cuando el
estudiantado comienza a presentar ejemplos de la cotidianidad en la cual viven
y experimentan, estos grupos de docentes sólo pretenden brindar sus propios
ejemplos sin provocarles que vayan fuera de las verjas de la universidad para
conocer en carne propia qué y cuáles situaciones son las verdaderamente
importantes. Este criterio de salir de la “alcancía de conocimiento” provoca
que el estudiantado se aproxime más a la realidad inmediata que experimenta y
vive. La universidad tiene que ser el vehículo que aproxime al estudiante como
individuo activo de los problemas de su comunidad y sociedad.
Un segundo planteamiento freiriano
es el relacionado a como algunos modelos educativos impiden la acción social,
el trabajo comunitario y la reflexión sobre el diario vivir del pueblo y su
gente. Dice Freire que para ello es necesario que educando rompa el silencio y
camine hacia el diálogo continuo con la gente que se encuentra en el diario
vivir. Este diálogo se alcanza cuando existe un encuentro entre la academia y
la comunidad. Mientras la universidad se mantenga dentro de sus murallas
produciendo conocimiento con datos que provienen de un ambiente inmediato, pero
olvidan aportar a ese mismo ambiente, no se hace universidad. Como diría Freire
es una exigencia existencial de convivencia con la comunidad inmediata.
Este elemento nos lleva a la
necesidad de romper con el control del saber. Docentes de diferentes partes del
planeta tratan de controlar el saber.
Esta práctica hay que eliminarla. El saber o conocimiento no le pertenece a un
grupo o sector. ¿Cuánto hemos criticado a través de la historia que el
conocimiento es parte esencial de la transformación de un pueblo? Para Freire hay que problematizar la
educación para sacarla de una dirección en la cual quieren ciertos grupos de
poder.
Clarificamos
que estos grupos de poder no pueden ser categorizados como liberales,
conservadores o centristas. Todos y cada uno de ellos arrima el fuego a su
sardina, y convierten el debate entre ellos, dejando fuera lo más importante
que Juan del Pueblo que esta fuera y, en muchos casos, desconoce del propio
debate. Entonces leen la prensa o escucha la radio sin comprender los
planteamientos iniciales que son explicados barrocamente o sofistas. La comunicación tiene que ser en ambas
direcciones entre la academia y la comunidad. Este ha de generar el verdadero
proceso educativo transformador.
El quinto
planteamiento que debemos aplicar a la universidad y su relación con la
comunidad es la que Freire expresa con la práctica social reflexionada que
regresa sobre ella misma para transformarla. En nuestro caso la denominamos del
conocimiento cotidiano a las torres de marfil. El regresar a la cotidianidad
diaria de la gente de pueblo permite una reflexión diaria sobre las
experiencias y eventos del vivir fuera de las torres. En una época de la vida
humana de castillos sus residentes creían que dominaban todo lo que ocurría a
su alrededor solo y únicamente por el uso del poder político, religioso y
militar. Hoy día los grandes centros universitarios parten de la creencia que
en sus espacios de discusión sobre lo que ocurría en un momento en la sociedad
es lo que continua siendo la realidad. Olvidan que las realidades son
construidas a base de datos, hechos y eventos que transforman esas realidades
con percepciones de cada componente social. Mantener la posición de que todos y
todas tienen que hacer las cosas como las indicó e instruyó, es caer en la
misma ignorancia que destruyó y eliminó las élites dominantes. Es una nueva sociedad con cambios tan
diversos que tenemos que replantearnos si los estilos impositivos rinde hoy día
frutos. Por ello coincidimos con Freire que el marco de referencia está
definido por lo histórico y no puede ser rígido.
Este
pensamiento nos lleva al próximo: tiene que haber inclusión y no exclusión. La
Universidad tiene que insertarse en la comunidad. Formar parte de quienes le
brindaron la oportunidad de servir. Una práctica que está sometida constantemente
al cambio en un proceso de evolución. Si las personas que forman parte de esa
comunidad se sienten interpeladas, aceptadas e integradas al proceso universitario,
sentirá el motor y el centro de esa transformación. Pero mientras le excluimos,
el proceso será a la inversa.
Ante ello presentamos nuestra
propuesta como palabras finales. La universidad tiene que salir de sus
fronteras autoconstruidas para respetar los saberes de los educandos. En este
caso del saber cotidiano e informal. La universidad tiene que aprender a
escuchar a esas personas que nos indican lo que ocurre y muchas veces se les ignora
por las letras previas al nombre que marcan un grado o título. Los
universitarios tenemos que comprender que líder es aquel que reconoce el
liderato de otros, no se puede imponer una forma de pensar, actuar o dirección
que evita la verdadera participación equitativa y democrática. Por último, pero
no menos importante, reconocer que la sociedad revoluciona a través de su
evolución y que tiene que estar al servicio permanente del amiga y amigo que se
encuentra fuera de las fronteras físicas e imaginarias construidas.
El espacio cotidiano provee más
recursos que los libros teóricos. Hay que regresar a base de lo teórico: la
observación y aprendizaje de lo cotidiano para desarrollar conocimiento
práctico que aporte a la sociedad en general.
Referencias
Paulo Freire a la educación y las ciencias sociales”,
Rev. Iteruniv. Form. Profr., 33, 1998.
Freire, Paulo.
“O professor universitário como
educador”. Texto original del autor sin fecha aportado por el
Dr. José Eustaquio Romau del Instituto Paulo Freire
de Sao Paulo.
________. Pedagogía del Oprimido. México: Siglo Veintiuno
Editores, 2005.
________. Pedagogía de la Autonomía. México: Siglo
Veintiuno Editores, 2003.
________. Pedagogía de la esperanza: un reencuentro con la
pedagogía del oprimido. Argentina: Siglo Veintiuno
Editores, 2008.
García, Walter. “O Instituto Paulo Freire e o futuro de sua obra”,
Rev. Iteruniv. Form. Profr., 33, 1998.
Gómez del Castillo, María Teresa. “Paulo Freire: Un educador
para el siglo XXI”, Escuela Abierta, No. 11, 2008.
Peleteiro Vázquez, Isabel Elena. “La práctica profesional no
convencional en diversos espacios sociales a partir de la
Pedagogía de la Autonomía de Paulo Freire: Retos y
desafíos desde la pedagogía social”, Revista de
Investigación, No. 68, Vol. 33, Septiembre-diciembre
2009.
Weschenfelder, Noeli Valentina. “Historia de vida y memoria de
los maestros del movimiento Sin Tierra de Brasil:
recuerdos de la niñez, escuela y proceso de formación”,
Revista de Didácticas Específicas, No. 1, 2009.
[1] Ponencia presentada dentro del panel Urgencia de una dialéctica
comunidad-universidad, que se nutra de la interconexión fluida
de saberes en el Vto. Simposio Internacional de Estudios Generales
dedicado al Dr. Ángel Quintero cuyos presentadores fueron la
Profa. Dagmar Galarza Hernández, el Dr. Heriberto Méndez Salas
y el Dr. Nelson Vera Hernández
comunidad-universidad, que se nutra de la interconexión fluida
de saberes en el Vto. Simposio Internacional de Estudios Generales
dedicado al Dr. Ángel Quintero cuyos presentadores fueron la
Profa. Dagmar Galarza Hernández, el Dr. Heriberto Méndez Salas
y el Dr. Nelson Vera Hernández
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