Publicado en el rotativo El Nuevo Día en su formato digital el jueves, 2 de noviembre de 2023 y puede accederse en su versión original en el enlace https://www.elnuevodia.com/opinion/punto-de-vista/la-migracion-politica-boricua/
Un ejemplo es el famoso voto mixto que ha estado en las elecciones
generales desde la década de 1980. La situación es similar con partidos
emergentes desde la década del 1960. Por otro lado, captar la atención del
electorado con las campañas novedosas es normal con el paso del tiempo. No
obstante, durante los pasados dos años se observa algo muy distinto al pasado:
la falta de personas interesadas en ocupar o aspirar a puestos electivos.
El reciclaje de aspirantes está presente, aunque los partidos han
confrontado situaciones para reclutar aspirantes para algunos puestos. Nos
atrevemos a decir que es muy común en los partidos tradicionales. No obstante,
nos ha llegado información de que ocurre lo mismo en los llamados partidos
emergentes. Este es el comportamiento de la segunda década del siglo XXI.
Factores que parecen mover a puertorriqueños a integrarse en la política estadounidense con el cansancio de la política partidista en Puerto Rico y que los partidos o líderes afincados en los puestos crean obstáculos para aspirar, menciona Nelson A. Vera Hernández. (Ramón “Tonito” Zayas)
Mientras eso
ocurre en Puerto Rico, observamos en el mismo periodo la cantidad de boricuas
que se han ido integrando a la política y partidos estadounidenses. En el
pasado era muy visto entre puertorriqueños descendientes que nacieron allá. No
obstante, se amplía la cantidad de personas interesadas en las campañas y
partidos estadounidenses, según las noticias que publica este rotativo. Se
observan aspiraciones a puestos en los diversos estados como también a nivel
del gobierno federal.
Al leer las
historias de esas personas nos percatamos de una cantidad de variables muy
presentes al momento de tomar la decisión. Algunas de las más comunes son,
primero, el cansancio de la política partidista en Puerto Rico; segundo, el que
los partidos o líderes afincados en los puestos crean obstáculos para aspirar;
y tercero, la poca confianza en los procesos políticos en Puerto Rico. Lo
interesante es que son personas que se identifican con el Partido Popular
Democrático o el Partido Nuevo Progresista. Eso nos hace pensar si también está
ocurriendo en otros partidos puertorriqueños.
Hay que
mencionar que esta situación no cambia en nada el comportamiento político
estadounidense que sigue integrando a las llamadas minorías en los procesos.
Nos parece que una posible contestación es que se esté emulando lo que ocurre
con hermanos de otros países que desde décadas previas participan activamente
en estos procesos. También parece que aquellas y aquellos que han incursionado
en el proceso político en Estados Unidos han sido exitosos en el proceso.
No cabe la
menor duda de que, además de la migración de jóvenes profesionales, también
están migrando aspirantes a puestos políticos.