Tuesday, November 29, 2011

El silencio como arma

Artículo publicado en el periódico El Vocero del 29 de noviembre de 2011 en la página 25.

A través de la historia cultural puertorriqueña se han desarrollado muchos refranes que demuestran la sabiduría del pueblo. Estas frases pueden ser utilizadas de mil maneras. Un grupo de estos refranes hacen claro la fuerza del silencio, llevándole a convertirle en arma.

Tomemos como ejemplo el refrán que dice “en boca cerrada no entran moscas”. Aquel o aquella que mantenga el silencio, no se exprese, no haga público su forma de pensar, se mantiene sin críticas sobre sus planteamientos. Mucho más cuando “uno es dueño de lo que calla y esclavo de lo que dice”.

Tal vez se debe a “que perro que ladra no muerde”. Porque, lo directo inverso sería, que “perro sin ladrido muerde mucho”. Si la persona mantienen una actitud de silencio, su pensar queda con mucha fuerza a tal grado, que se espera porque haga una expresión contundente que causaría mucho daño a sus oponentes. Esto se puede ver cuando “del agua mansa líbreme Dios que de la brava me libro yo”. De hecho, “al árbol que se le lanza la piedra, es aquel que brinda buen fruto”. Esto es, quienes lanzan ataques directos a una persona, es porque su forma de pensar y de actuar va acorde con los buenos valores y señalamientos sociales aceptables.

Pudiera decirse que la administración gubernamental en Puerto Rico mantuvo conocimiento de estos refranes. Desde los primeros años de gobierno mantuvo una actitud de silencio ante las preguntas y observaciones del pueblo. Muy oportuno mantener el silencio en momentos de situaciones sociales para no caer en las críticas de lo que se hizo. Tomemos como ejemplo la frecuencia en que funcionarios y funcionarias gubernamentales se encuentran fuera de la isla en momentos de situaciones que pudieran hacerle daño a la imagen, sin importar las acciones que se tomen o sus comentarios.

Hoy día, esta forma de mantener el silencio ante situaciones fue aprendida por los opositores políticos y minorías en Puerto Rico. Un ejemplo de ello, es cuando el Partido Independentista se mantuvo en silencio sepulcral por cerca de dos años luego de las elecciones generales del 2008. Claro está el argumento de defensa fue que se mantenían en el proceso de reinscribir el partido. No obstante, la misma situación ocurrió en las elecciones del 2004 con una reacción distinta y contra la administración de entonces. La voz del Partido Independentista fue activa y constante en crítica. La razón que se brinda en el 2011 no es la misma que en 2006.

Este silencio se le está achacando al Partido Popular y su candidato a la gobernación Alejandro García Padilla. No obstante, han sido los otros dos partidos los que han brindado la lección del silencio. Sin embargo, las acciones de silencio son similares a sus oponentes en la candidatura a la gobernación cuando se trata de temas como seguridad, desempleo, salud y educación. La diferencia es, que cuando presenta alternativas y propuestas, sus oponentes no critican, y sí los lugartenientes de cada partido.

Estos párrafos tratan de exponer que son muchas las destrezas que desarrollan los políticos para mantenerse en la palestra. Otros aprenden de sus opositores, quienes olvidan las mismas lecciones, criticándole. ¿Será acaso que el silencio se ha convertido en el arma política mejor utilizada a inicios del siglo XXI? Si los resultados de esta estrategia han sido satisfactorios en la mayor parte de los casos para algunos, deberíamos preguntarnos si es por ello que los diversos estudios políticos, pronostican resultados asertivos al silencio. Recordemos que “la carreta que no hace ruido es que está llena” contrario “a la que hace mucho ruido es una carreta vacía”.



Sunday, November 20, 2011

Crear empleos es la mayor urgencia

Editorial (editado) del periodico El Nuevo Dia del 20 de noviembre de 2011 disponible en la direccion electronica http://www.elnuevodia.com/editorial-crearempleoseslamayorurgencia-1124354.html

El llamamiento hecho por un grupo de catedráticos de la Universidad de Puerto Rico al gobernador para que declare una emergencia económica nacional y se elabore un plan dirigido a reactivar la economía, merece ponderada con mucha atención para conjurar la crítica situación económica y social del País.

En un editorial publicado en diciembre del 2010, destacamos la urgencia existente en el País de generar un esfuerzo multisectorial para atender el problema del desempleo, puesto que nos arriesgábamos adentrarnos más aún en las graves consecuencias sociales que éste acarrea.

Hoy esa visión es compartida por un grupo de expertos agrupados en el Colectivo de Economistas Universitarios, que entiende que el problema principal de Puerto Rico no es el déficit fiscal, sino el déficit de empleos. Un problema que científicos sociales destacan que está asociado o es causante de muchos problemas de la sociedad, tales como la violencia, en todas sus manifestaciones, y la desigualdad social, entre otros.

Se trata de una tarea monumental puesto que la Isla ha perdido 189,000 empleos en los últimos cinco años y para llegar al mismo nivel de personas empleadas que había en el 2006, tomaría más de 21 años adicionales, si la economía crece al ritmo de 1% anual.



Las jurisdicciones con las más altas tasas de desempleo en marzo de 2011 (segun fueran publicados por el periodico El Nuevo Dia del 19 de abril de 2011):

         Puerto Rico ----16.9%
         Nevada---------13.2%
         California------  12%
         Florida--------- 11.1%
         Rhode Island----11%
        Michigan---------10.3%
        Mississippi-----  10.2%
        Kentucky------- 10.2%
        Oregón--------- 10%
        Georgia---------10%
        Carolina del Sur--9.9%
Fuente: El Negociado de Estadísticas del Departamento del Trabajo de Estados Unidos

Así que el desafío expuesto en la revista Negocios de El Nuevo Día el domingo anterior es gigantesco y tiene que ser atendido con urgencia desde diferentes frentes. Primeramente, detener la pérdida de empleo en el sector privado, aunque para ello hay que crear las condiciones para que este sector crezca. Y no nos referimos meramente a la otorgación de incentivos, sino produciendo cambios radicales en aquellos factores que desincentivan la inversión, como el costo de nuestra infraestructura de producción, particularmente el costo eléctrico.

Acertada es también la propuesta del “think tank” universitario de que una vez reconocida e implementada la “emergencia económica nacional” se articule un grupo de trabajo multisectorial que trabaje en la renovación de nuestro obsoleto modelo de promoción de desarrollo industrial e infraestructura con un modelo económico sustentable y de equidad social.

Para ello, se necesitan estrategias, programas, propuestas de corto y largo plazo enfocadas no tanto en el crecimiento, sino en fomentar programas de creación de empleos.

A corto plazo, el Gobierno, a los niveles estatal y municipal, tiene que imprimirle premura a proyectos de obra pública, ya que la inversión en proyectos gubernamentales es un impulsor a corto plazo de actividad económica, en armonía con las exportaciones de la manufactura y la inversión privada.

Y urgen además, como bien indica el grupo, mejores incentivos para las pequeñas y medianas empresas (“pymes”), el motor de cualquier economía, con el objetivo de que aumenten su fuerza laboral, la descentralización del desarrollo económico, la creación de un “corredor de seguridad alimentaria” para solucionar los problemas de escasez de alimentos que se pronostica a nivel mundial y para generar nuevos empleos, y redoblar los esfuerzos para que la Isla sea un centro de biotecnología real, entre otras ideas concretadas por los académicos.

Las propuestas esbozadas por el grupo de economistas y catedráticos del RUM, la institución de mayor prestigio de ingeniería y ciencias del Caribe y cuyas aportaciones son reconocidas a nivel mundial, no deben caer en oídos sordos. Por el contrario, deben ser valoradas como lo que son: una valiosa contribución proveniente de un sector de una sociedad civil ávida, no solo en aportar ideas sino, de trabajar en la consecución de las mismas por el bien del País.

Sunday, November 13, 2011

La depresión social puertorriqueña

Articulo publicado el 13 de noviembre de 2011 en la Revista Cruce en la direccion electronica siguiente http://revistacruce.com/politica-sociedad/la-depresion-social-puertorriquena.html




Los eventos sociales recientes en Puerto Rico manifiestan la “crisis social puertorriqueña de inicios del siglo XXI”. Las observaciones han sido planteadas desde hace un tiempo y sus repercusiones nos arropan ineludiblemente. En su mayoría, los asuntos contemporáneos están relacionados a la situación económica, laboral, político partidista y educativas.


Uno de los eventos de preocupación es la corrupción gubernamental y sus efectos en otras esferas sociales. La cantidad de querellas contra funcionarios públicos electos y trabajadores gubernamentales, representan la evidencia necesaria para sostener que lo comenzado en la esfera política, continuó a las sociales, como gota en la piedra. La prensa nacional puertorriqueña ha estado presentando la cantera de casos contra funcionarios inconformes con sus sueldos que buscan otras formas de recibir ingresos: legales o desde la ilegalidad.


Otro evento lo representa la crisis laboral en Puerto Rico. Según datos del Departamento del Trabajo de la primera década del siglo XXI, hay un decrecimiento en la cantidad de empleos disponibles y, por consiguiente, un alza en la tasa de desempleo. Las posibles explicaciones focalizan su atención a la eliminación de la Sección 936. Desde ese momento, la tendencia de las industrias en invertir en el mercado puertorriqueño se hizo cada vez más difícil. Esto trae una merma en la creación de empleos. Los empleos especializados declinaron a tal grado que hoy, mientras se anuncia la creación de 100 empleos en una compañía en un municipio, ese mismo día se anuncia que otra compañía deja en la calle a 500 empleados. El valor neto de creación de empleos en la isla es de negativo 400.

Otra variable crítica fue el despido de 30 mil empleados públicos en el año 2009, un hecho que acrecentó el desasosiego. Fueron cesanteados, indistintamente, padres y madres de familia que aportaban al sustento de sus hogares, pagaban facturas privadas y aportaban al Estado. Esta masa trabajadora dejó de utilizar comercios y empresas de servicios, tales como cuido de infantes, escuelas privadas, cafeterías y otros. Este hecho redunda negativamente en las empresas que no contratan personas. Aunque las estadísticas oficiales del Departamento de Trabajo muestran una disminución mínima en la creación de empleos, en su cotidianidad, la población experimenta su propia crisis.


La crisis escolar también ha sido parte de la disyuntiva en la primera década del siglo XXI. Desde los primeros años de la década, se han registrado múltiples intancias de deficiencias académicas en resultados de pruebas, bajos resultados de College Board y distribución inefectiva de fondos, entre otros. La consecuencia inmediata fue la creación de programas que mejoraron sustancialmente las escuelas y el estudiantado.

En 2011, no obstante, la crisis retoma fuerzas en lo académico, donde se indican “logros” horizontales y no ascendentes. Se celebra una D con 63, en comparación de una D de 60. Mientras, la cantidad de maestros que esperan cuatro años para que les administren una prueba para cualificarle para la licencia, crece hasta alcanzar cifras que rayan en lo obsceno. Del mismo modo, la cantidad de planteles destruidos en su infraestructura por supuestas remodelaciones que, en realidad, acentúan el hacinamiento en salones, escuelas y establecen distribuciones inapropiadas para los distintos niveles académicos y una enorme cantidad de necesidades diversas.


De más está mencionar la crisis política. Los cambios en posturas de definición política, los ataques personalistas y la incertidumbre con nuevas estructuras políticas, se ha convertido en lo “normal” desde principios de este siglo. El tiempo nos provee la razón, ante la continua insatisfacción con los partidos. Cada día es más frecuente observar personas que se deslindan de las estructuras tradicionales y muestran actitud escéptica con los de reciente creación. Se ha perdido el apego por los partidos. En muchos casos, las personas indican que votarán por este partido, no porque le presente soluciones a los problemas del pueblo, sino más bien porque ése es menos malo que el otro.

También es evidente la frustración constante con los “líderes” en los cuales el electorado confió su voto. El sector independentista, por ejemplo, no se siente atraído por la estructura que de alguna manera les representaba en los pasados procesos, llega inclusive, a perder por segunda ocasión la franquicia electoral. Nuevas estructuras postulan una cosa, mientras internamente tienen conflictos y reservas insuperables.

Comparando artículos periodísticos de esta primera década del siglo XXI, con los escritos a finales del siglo XX, la conclusión es básica: en Puerto Rico existe una gran depresión social. La esperanza en la estructura de poder se acaba. Desconozco si los partidos tradicionales tomarán en consideración estas palabras. Sin embargo, les recuerdo que la sabiduría del Rey Salomón se basaba en escuchar lo que el pueblo decía cuando se les unía en anonimato por las noches, para luego tomar sus decisiones. Nicolás Maquiavelo hizo lo propio cuando expresó en su libro El Príncipe, que una de las virtudes primarias de un gobernante es escuchar. Me parece que la lección ofrecida, por grandes líderes (políticos) del planeta a través del tiempo, indica que hay que salir de las torres de marfil y escuchar más al pueblo.

Sunday, November 6, 2011

Letras que invitan: investigaciones y creaciones

La sección “Letras que Invitan: Investigaciones y creaciones” del periódico El Nuevo Día (domingo 6 de noviembre del corriente, p. I 19) de Carmen Dolores Hernández, hace mención del libro La huelga estudiantil en el Recinto de Aguadilla de la Universidad de Puerto Rico. Comenta que es “una exposición de los reclamos estudiantiles durante la huelga que paralizó el Recinto de Aguadilla de la UPR durante el segundo semestre del año académico 2009-2010”.  Nos invita a su lectura. 



El libro lo pueden adquirir en Librería Mágica (Río Piedras), Librería El Quijote (Mayagüez), Pérez Office (Moca), en la Feria Internacional del Libro en el Parque Luis Munoz Rivera ( 9 al 13 de noviembre) y a través de http://www.lulu.com/product/paperback/la-huelga-estudiantil-en-el-recinto-de-aguadilla-de-la-universidad-de-puerto-rico/17808340   




Disfruten la lectura.